Geometría en 3D, la pintura del siglo XXI

Tras su paso por Algeciras, el artista tarifeño Antonio Rojas trae a la capital su última exposición individual. Será la galería Benot la encargada de mostrar a partir de mañana 'Especies de espacios', su nueva aventura artística, tras la retrospectiva 'La mirada oblicua', que el pintor llevó a la Diputación hace algunos años.

Los cuadros que exhibe ahora en Cádiz pertenecen a su producción más reciente, obras en las que vuelve a profundizar en sus constantes y sus obsesiones de siempre: los trazos geométricos, la luminosidad, la composición del espacio, la metafísica y el surrealismo. No obstante, en este caso, el artista contemporáneo ha dado un paso hacia delante y ha creado una pintura en 3D que se vale de los relieves para componer lienzos que provocan efectos ópticos en el espectador.

Según el autor, en una sociedad «tan contaminada de imágenes», la geometría supone poner orden en el caos. En este caso, las líneas claras y rectas comparten espacio con escenas marinas del litoral gaditano. Así, sus lienzos son como ventanas asépticas y limpias que miran hacia el mar, el puerto de Gibraltar, Tarifa, su localidad natal, o el propio Estrecho, puente entre dos culturas.

«Nunca había trabajado con estos relieves, que proporcionan una perspectiva reversible y efectos muy atractivos», apunta Antonio Rojas. «La dificultad está en que la perspectiva tiene que ser engañosa, pero estar bien trazada para lograr producir el efecto».

No obstante, Rojas reconoce que «esto ya estaba inventado», pero él ha querido poner en práctica esta técnica, a través de la cual consigue el objetivo de meter al espectador en la escena, aportar un aliciente más a la obra y atraer con efectividad la mirada del público.

Su pintura suele moverse entre lo figurativo y lo abstracto, siempre en equilibrio. «La figuración añade demasiados discursos, pero para mí la pintura es más simple, busco mostrar algo que no se pueda explicar tanto con palabras. Hay un concepto abstracto en cada cuadro, y cada vez que me acerco a la figuración demasiado, vuelvo a la abstracción».

Antonio Rojas asegura que siempre busca cazar la luminosidad, su principal obsesión. Y la costa de Cádiz, por supuesto, representa un desafío para él.

Reconoce que tiene un «lugar permanente» en el puerto de Tarifa, al que regresa con relativa asiduidad. «Cada vez que puedo pinto un cuadro nuevo del puerto. Es la luz lo que estoy pintando», aclara en un texto que escribió hace algún tiempo. «Hago muchas fotos y luego trabajo sobre ellas», añade. El puerto de su pueblo representa un espacio que guarda un significado muy especial para él, lleno de «melancolía» y múltiples metáforas. «He llegado a mitificarlo mucho. Para mí representa un sitio donde se produce algo mágico, como el brillo del reflejo del sol en el agua. Me inspira muchísimo». Es una fuente inagotable de ideas y sugerencias artísticas. Una puerta a la creatividad. El acceso a otro continente, otra cultura, otro mundo lleno de riqueza y sensibilidad.

Para el ciudadano medio un puerto marítimo puede resultar un espacio exento de belleza, pero para Antonio Rojas tiene mucho encanto, casi tanto como otro de sus lugares más especiales, un aeródromo de Guadalajara que se encuentra cerca de una pequeña población donde el artista posee una residencia. «Me encanta irme allí a pintar las llanuras, las avionetas... se parece mucho al puerto de Tarifa». Un espacio lleno de líneas rectas, muy geométrico, y que supone, igual que el anterior, un punto de partida hacia otro lugar, un viaje hacia lo desconocido.

El nombre de Antonio Rojas es uno de los imprescindibles del panorama artístico contemporáneo y sus cuadros han viajado por todo el país, para exponerse en las galerías más prestigiosas. Hasta el 25 de julio podrán verse las doce piezas de 'Especies de Espacios' en Benot, obras de variado formato, realizadas en acrílico sobre madera y lienzo.