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Agentes de Policía custodian en la estación naval de Puntales el velero holandés 'Dali', en cuyo interior se encontraron 600 kilos de cocaína. :: MIGUEL GÓMEZ
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Capturan en alta mar un velero con 20 millones de euros en cocaína

El barco, de bandera holandesa, fue abordado a 180 millas del Cabo de San Vicente procedente del Caribe con un único tripulante

MIGUEL DOMINGO GARCÍA
CÁDIZ.Actualizado:

600 kilos de cocaína se exhibían ayer ordenados, en fila y en pequeñas columnas de cuatro o cinco paquetes, en uno de los atracaderos de la estación naval de Puntales, en Cádiz. El 'botín' fue conducido hasta allí por la mañana, después de que una patrullera de la Armada le diera caza a 180 millas del cabo de San Vicente al velero en el que viajaba la droga: el 'Dali', de bandera holandesa, que fue asaltado de madrugada cuando su único ocupante, también de nacionalidad holandesa, dormía. El patrón del barco fue conducido ayer a disposición judicial en la capital gaditana.

La 'operación Salustiano' -se le llamó así porque la explotación comenzó el pasado 8 de junio, día de San Salustiano- es sin duda la más importante de este tipo que se ha llevado a cabo contra la droga en toda España en lo que va de año. Y es que se calcula que la cocaína incautada puede costar unos 20 millones de euros en el mercado negro, ya que la sustancia podría tener una pureza superior al 80%.

En la investigación, dirigida desde la Audiencia Nacional, han participado además varios cuerpos internacionales, como la unidad contra el crimen organizado de Reino Unido (SOCA) y la Brigada Central de Estupefacientes de la Comisaría General de la Policía española. También han intervenido la Armada Española y el Ejército del aire portugués, que remataron la operación con la intervención del barco en aguas internacionales. Los agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la Policía abordaron el velero desde una patrullera de la Armada.

El 'Dali' no fue encontrado por casualidad. Los policías lo seguían desde hace seis meses, ante las sospechas de que se dedicara al narcotráfico. El velero partió en enero de «un muelle deportivo de Andalucía» hasta el Caribe, donde supuestamente se cargó la droga. Hace aproximadamente un mes, emprendió el regreso hacia la Península. «Ahora investigamos si pensaba llegar a algún puerto con la droga, o pretendía hacer la entrega a otra embarcación», explicó ayer el inspector jefe del Cuerpo Nacional de Policía, José Antonio Rodríguez, que ofreció los detalles de la operación y que destacó lo sorprendente de este tipo de cargamento: al parecer las mafias dejaron de usar embarcaciones para transportar grandes cantidades de droga, y en los últimos años comenzaron a utilizar contenedores de mercancías: más seguros, más seguros, más difíciles de descubrir y con menos gente involucrada. El puerto de Algeciras, donde se han descubierto numerosos contenedores de este tipo repletos de cocaína, puede dar buena prueba de esta tendencia.

Lo que parece seguro es que la droga tenía en el destino varios propietarios, a juzgar por los símbolos que decoraban los paquetes: una cara sonriente, un símbolo del dólar, un toro de los 'Chicago Bulls' o la palabra «Patio». Con ellos se identifica tanto a los compradores como la calidad de la droga.

Un solo detenido, por ahora

José Antonio Rodríguez explicó que el seguimiento de este barco no parte de otra investigación diferente. Se trata de una operación independiente. Sin embargo, la Policía no descarta que la actual actuación continúe con nuevas detenciones. Para ello será fundamental la declaración del único tripulante del barco, de origen holandés, que pasó ayer a disposición judicial en Cádiz. El juez de guardia gaditano dio traslado del caso a los Juzgados Centrales de Instrucción número 4 y 5 de Madrid, que decidirán sobre su situación. Al parecer, la Policía ya lo investigaba por ser titular de otro barco -un velero parecido al 'Dali'- que también podría haberse dedicado al tráfico de droga, aunque solo hay sospechas de ello. Aunque el detenido no tiene antecedentes por narcotráfico (al parecer cuenta con delitos de otro tipo), «parece improbable que una organización confíe en alguien para que transporte 600 kilos de cocaína por primera vez», reconocía el inspector de Policía.