«Nuestra actitud hacia el fútbol es compulsiva»

Forofo del deporte rey y usuario activo de la red, no extraña que el actor Eloy Azorín (Madrid, 1977) interprete con naturalidad el papel protagonista de la nueva serie para internet, ‘El fútbol nos vuelve locos’ (www.elfutbolnosvuelvelocos.com o en la web de este periódico). En ella forma con Miguel Hermoso una extraña pareja que, sin embargo, está llena de química por los lazos ‘extracinematográficos’ que les unen.

–¿El fútbol es una pasión para Eloy Azorín?

–Absolutamente sí. Del reparto de la serie, soy el más forofo. Eso sí, domiciliario porque no voy al campo. Llevo el fútbol muy a hierro. Tengo mi primer recuerdo de hincha cuando Valdano sacó a Raúl a calentar. Tenía 15 años.

–Del Madrid, entonces...

–Sí. Fui del Barça y del Atleti cuando era pequeñito. Ahora soy un madridista forofo que no odia al contrincante. Después de rodar la serie, me he enganchado al Atleti. Además, el Calderón fue el primer estadio en el que jugué un partido de verdad, uno de toreros contra artistas.

–¿Ganaron?

–No. Nuestro equipo –Jorge Sanz, Gabino Diego...– era demasiado bizarro. Pero me gustó mucho.

–En la serie hace mil trampas para ver un partido. En la vida real, ¿qué cree que las merecería?

–Las he hecho para aprobar un examen. Recuerdo cuando utilicé una cámara de fotos con lente ojo de pez para fotografiar la única copia que existía de la prueba de Latín, aprovechando un descuido de la profesora.

–¿Y alguna locura?

–Por amor o por deseo he hecho muchas gilipolleces. He sido de los que cuelgan un letrero en un puente el día del cumpleaños de su chica para decirle debajo de la M-30: ‘Mira lo que hay ahí arriba’. Como diría Nancho Novo, tengo un punto ‘guarromántico’.

–¿Cómo ha sido su relación con su eterno rival en la serie?

–Miguel y yo tenemos un pasado compartido: hice mi primera película con su padre. Desde entonces las familias tienen vinculación. Ahora, trabajando juntos, hacemos una pareja diferente que funciona. Él terrenal y a mí se me va la olla.

–La serie está hecha para internet. ¿El medio influyó en su decisión de participar en ella?

–Se está acabando el formato para plantear productos audiovisuales y estos encuentran en la red una franja muy interesante. Esto que vemos ahora será el futuro. Además, la gente puede ver el capítulo cuando le apetezca.

–¿Es activo en la red?

–En Twitter no, me resulta raro. Pero sí le ‘pego’ mucho a Facebook. Si tu vida social es intensa, no lo utilizas. Si es un desastre, sí estás enganchado todo el día.

–Deducimos que no está muy satisfecho con su vida social...

–(Risas) Cuando te pasas la semana trabajando y te sueltan para darte un día de descanso el lunes, tu vida se convierte en ver la vida de los demás.

–¿Qué opina de la red y la piratería en el mundo del arte?

–Supongo que debe haber un control y un equilibrio.

–¿Qué tiene la serie para enganchar a los internautas?

–Si te gusta el fútbol, te gustará. Es la primera serie que tiene la pasión por este deporte como argumento. Y si eres chica, encuentras claves para entender nuestra actitud compulsiva hacia el fútbol.