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Un nuevo libro de los sucesos de Casas Viejas analiza sus consecuencias políticas y el tratamiento periodístico

CNT y dos periodistas fueron los primeros en hablar de represión y fusilamiento en los sucesos de Casas Viejas

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El libro 'Los sucesos de Casas Viejas en la Historia, la literatura y la prensa (1933-2008)', encargado por la Fundación Casas Viejas y presentado este martes en Benalup y el miércoles en la Diputación, con la presencia del consejero de Gobernación y Justicia, Luis Pizarro, analiza, entre otras cuestiones, las consecuencias políticas de los sucesos y su tratamiento en los periódicos de la época.

En una entrevista concedida a Europa Press, uno de los coordinadores del libro, Gérard Brey, ha explicado que el libro hace un balance de diferentes aspectos, algunos ya trabajados, como son los propios sucesos, la tradición anarquista y anarcosindicalista en la zona o los procesos que hubo contra algunos campesinos y el ex capitán Rojas, que ordenó la doble masacre la noche del 11 al 12 de enero de 1933.

Asimismo, ha indicado que también se analizan las consecuencias políticas que hubo y "sobre todo, el debate político que hubo en Las Cortes durante mes y medio, donde Azaña tuvo que defenderse de los ataques de la oposición y pronunció no menos de ocho discursos". Igualmente, según ha señalado Brey, se estudian las consecuencias que tuvieron esos sucesos para el propio movimiento literario y se analiza cómo los sucesos pasan a la literatura y a la novela, donde un diputado, Luis de Tapias, a los días escribe coplas sobre los sucesos.

Una segunda parte del libro, que consta de 300 páginas, está dedicada al análisis de cómo 65 periódicos de la época informaron a sus lectores de lo que había ocurrido. Según Gérard Brey, se trata de "una contribución no sólo a la historia del sucesos, sino del periodismo escrito de entonces".

CONSIDERADO SUCESO NACIONAL

En junio del año 1932 una huelga en la cercana población de Medina terminó con dos campesinos muertos en enfrentamientos con la fuerza pública. Igualmente, hubo también enfrentamientos trágicos en municipios de las provincias de Badajoz, Logroño y Toledo, por lo que la época en la que sucedieron los hechos en Casas Viejas era "de mucha violencia social".

No obstante, la resonancia que tuvieron los sucesos Casas Viejas "primero fueron de una gran emoción" y el número muertos y sus condiciones "provocó un escándalo en determinados sectores de la sociedad y pasó a ser sucesos nacional". Además, cuando trascendieron las circunstancias exactas en las que aquellas personas habían sido asesinadas, "suscitó ásperos debates en Las Cortes y a partir de ahí, Casas Viejas pasa a ser acontecimiento de relevancia nacional".

Brey ha recordado que aquellos debates permitieron que dos comisiones parlamentarias se trasladaran al pueblo y se pudieran recoger testimonios, conociéndose así finalmente la verdad, aunque fue primero merced a dos periodistas.

En cuanto a las consecuencias políticas, a juicio de Gérard Brey esos sucesos fueron "uno de los factores que explican la derrota de la coalición republicana socialista en las elecciones de noviembre diciembre de 1933. Pagó en cierta forma electoralmente la incapacidad de controlar el aparato policiaco de represión que cometió esos crímenes".

LOS SUCESOS EN LA PRENSA

El libro recoge que varios historiadores han analizado 65 periódicos, haciendo a partir de ahí una síntesis global que parte de esos análisis específicos sobre la prensa de Madrid, Cádiz , Aragón, Asturias, Valencia o Barcelona.

Según Brey, ese análisis confirma que las primeras versiones del aparato Estatal (gobernador civil, secretario de Gobernación y el propio Azaña) son versiones que acreditan la tesis de que todas las víctimas habían muerto en enfrentamientos con la fuerza pública que utilizó la legítima defensa. Además, los testimonios de la fuerza pública, en sus primeras versiones, van a lo mismo, "lo cual es falso porque hubo personas sacadas de sus casas, llevadas a la choza y allí masacradas".

En este sentido, añade que los primeros enviados especiales que acuden de Madrid, Sevilla y Cádiz , la mayor parte de ellos, unos 10, hablaron con vecinos y médicos y "o no se enteraron o callaron aquellas ejecuciones". No obstante, ha dos excepciones, que son Eduardo de Guzmán de 'La Tierra' y Ramón Sender por 'La Libertad', que sí recogen testimonios según los cuales empiezan a descubrir y escriben que ha habido ejecuciones.

Igualmente, Miguel Pérez Cordón, militante de la CNT de Paterna, es el primero que habla de fusilamiento, recogiendo testimonios de gente escapada y mandando un artículo al periódico CNT en Madrid que se publica el 18 de enero.

Gérard Brey ha explicado que a partir de ahí, algunos diputados se enteran y el rumor empieza a abrirse paso y algunos empiezan a suponer y a tener la convicción de que ha pasado algo realmente "intolerable". Esto hace que desde el primer día que se reanudan Las Cortes, el 1 de febrero de 1933, los diputados pidan que se abra una investigación, a lo cual el Gobierno se niega. Eso hace que haya diputados que primero vayan por su cuenta y recojan testimonios de habitantes, confirmando los escritos. Finalmente, después va una comisión designada oficialmente.