Uribe escenifica el respaldo de la derecha de América Latina a Lobo

Álvaro Uribe se convirtió ayer el primer mandatario extranjero en realizar una visita oficial al nuevo presidente de Honduras, Porfirio Lobo. El espaldarazo del colombiano se une al dado día antes por Panamá, Taiwan y República Dominicana, cuyo jefes de Gobierno acudieron a la toma de posesión.

Bogotá pretende colaborar en que el país centroamericano restañe heridas y pase página tras la grave crisis institucional derivada del golpe contra Manuel Zelaya. Uribe fue recibido con todos los honores. Lobo le esperaba al pie de la escalerilla del avión que lo trasladó hacia Tegucigalpa. Después desayunaron juntos en el palacio presidencial y acometieron una sesión de trabajo de cuatro horas tras la cual ambos presidentes ofrecieron una conferencia de prensa conjunta en la que anunciaron acuerdos sobre cooperación bilateral en salud, economía, seguridad y educación.

Uribe mostró «admiración» hacia el pueblo de Honduras por dar al mundo «una expresión admirable de dignidad y de firmeza en la autonomía». Igualmente, rindió tributo a los esfuerzos de su Gobierno. «Esa tarea suya de modernización institucional, de unidad alrededor de los principios democráticos, es una tarea que aplaudimos y a la cual le deseamos los mayores éxitos», dijo.

Uribe recordó también la «magnifica» relación bilateral y la necesidad de fortalecerla. Además, destacó su complacencia porque «el 15 de febrero empiece el plan de acción en materia de seguridad» para luchar contra el «fantasma perturbador del narcotráfico, que engendra terrorismo, que acaba con la moral, con la ética y que crea en las sociedades una actitud de desprecio hacia la ley».

Ni una palabra del golpe de Estado que el 28 de junio sacó a Zelaya, el presidente constitucional, del poder a punta de pistola. Uribe fue uno de los pocos mandatario que no dio la espalda al gobierno de facto de Roberto Micheletti.