Economia

Renfe exige ayudas públicas para prestar servicios deficitarios

Abandonará todas las operaciones con las que no gane dinero salvo que alguna administración las subvencione

MADRID. Actualizado: Guardar
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Renfe no prestará ningún servicio que a largo plazo sea deficitario salvo que alguna Administración lo subvencione, de forma que la empresa pública obtenga una «rentabilidad razonable» que le permita soportar las necesarias inversiones.

Así lo explicó ayer el presidente de la compañía, Teófilo Serrano, en la presentación del Plan Estratégico 2010-2012 de la firma que, en definitiva, pone entre la espada y la pared al Ministerio de Fomento y las autonomías, que deberán 'rascarse' el bolsillo si no quieren dejar algunos puntos del territorio sin tren. La novedad no afectará al AVE.

'Renfe: 10 retos, 1.000 días'. Así se encabeza el programa estratégico con el que Serrano quiere preparar la empresa para la liberalización del ferrocarril, una realidad a medias en el segmento de mercancías y que próximamente afectará al transporte de viajeros, y dar el salto al ámbito internacional. El plan, aún sin letra pequeña, analizará servicio por servicio y frecuencia por frecuencia para definir con exactitud y bajo criterios comunitarios qué se puede o no considerar como servicio público.

Hoy día cuentan con esa calificación, y por tanto su déficit es soportado por el Estado (al menos hasta el año pasado) las Cercanías y la Media Distancia (tanto por la red convencional como por la de alta velocidad; esto es, los denominados Avant y lanzaderas). Operaciones que suponen un tercio de la actual cifra de negocio de la empresa y que, en buena lógica, entrarían en ese grupo de trenes a subvencionar. Como lo serán todos lo que no den ganancias.

El gran cambio, que se aplicará «este año», según Serrano, quien no dio más pistas, supondrá que esos servicios deficitarios habrán de pagarlos la Administración competente interesada en que existan. Bien Fomento, bien la comunidad autónoma o el Ayuntamiento de turno. Sin subvención, Renfe no pondrá sus trenes.

Ahorros

El Plan Estratégico no se acaba aquí. La empresa pondrá en marcha un programa global de contención de costes en todas sus áreas con el que pretende ahorrar más de 210 millones de euros en los próximos tres ejercicios. Serrano quiere revisar toda la cartera de productos de viajeros. «La racionalidad guiará la reorganización, tratando de pegarse a la realidad de las necesidades de los clientes».

La innovación es otra de las asignaturas pendientes. Serrano aspira a mejorar la comunicación con los viajeros de forma que éstos estén informados al instante vía internet o teléfono móvil de las incidencias que puedan afectar a su tren (avisos de cancelación, ofertas, etc).

Las mercancías, deficitarias desde hace años, tendrán un apartado especial en el programa. Renfe se marca como objetivo convertirse en un operador integral, ofertar productos logísticos de mayor valor añadido y ganar cuota de mercado de forma rentable para alcanzar un margen de beneficio bruto de explotación de al menos un 5% sobre ventas. La expansión internacional es casi una obsesión para Serrano, que quiere que Renfe gane la licencia de operador en algún gran país europeo.