El Pipo no trajo la solución

El riesgo que tiene lo de tirar mucho de una cuerda, forzarla y alongarla es que puede acabar cediendo y quebrándose por la mitad. Néstor Raúl Gorosito quiso debutar con victoria y que el desembarco argentino en el Xerez fuera celebrado por todo lo alto por una afición que ha olvidado lo que es una fiesta. El nuevo entrenador del Deportivo apostó a ganador, llevó a su equipo a la frontal del área del Osasuna y le exigió un sacrificio físico que acabó pagando en la recta final del encuentro. Justo en el momento que se deciden la mayoría de los partidos y salen los grandes jugadores -como Juanfran o Camuñas- para desequilibrar un partido encaminado al empate.

De esa manera se perdió la primera de las veinte finales que quería ganar Gorosito. El técnico argentino ya ha probado la dura realidad del colista de Primera División, y salvo milagro, saboreará una nueva dosis esta semana, llamada a ser de fichajes.

La impresión inicial del Xerez sorprendió y el cambio fue notable, pues las intenciones de Gorosito se tradujeron en hechos y en un sistema que sobre el prado se plantaba «muy cerca del arco rival». El técnico azulino cumplió con lo anunciado y apostó por un 4-1-4-1 en el que Keita ayudaba tanto en labores defensivas -más que correcto- como en el inicio de la jugada -más que regular-. Por delante del malí había otra línea de cuatro que por momento se convertía en un ataque de cinco, ya que Mario Bermejo se alineaba con los Momo, Carlos Calvo, Orellana y Bergantiños, que intercambiaban constantemente sus posiciones.

Este paso al frente permitía que los azulinos pasaran los minutos en tres cuartos, en esa zona de ataque que tanto reclamaba el nuevo preparador xerecista. Leandro y Aythami esperaban la respuesta navarra en el círculo central y tanto Keita como los laterales ponían un ojo en el ataque y otro en la defensa jugando con fuego ante una posible contra del Osasuna.

Osasuna pegó primero

De hecho, fueron los de Camacho los que pegaron primero y no, precisamente, por un contragolpe. Más bien fue un desajuste entendible del nuevo sistema. Puñal metió el balón de cabeza dentro del área para que Aranda se revolviera ante Leandro. El fornido punta del Osasuna sacó un disparo duro y seco abajo que repelió Renan hasta el pico del área. Allí apareció antes que nadie Monreal llegando desde atrás para cruzarla y colocarla pegada al palo, logrando el primer tanto de la tarde.

El gol hizo un daño superficial sobre la nueva coraza azulina, pues el equipo mantuvo la línea de presión adelantada y logró tener el balón en esa zona de creación cercana a la frontal de la portería rival. Algo que le permitió lograr el empate sólo diez minutos después del tanto del Osasuna. Orellana inició la jugada pegado a la banda, pero fue Bergantiños el que la metió en la corona del área, desde donde Momo la centro al segundo palo. Allí apareció, suspendido en aire, Mario Bermejo que fusiló de cabeza a Ricardo para lograr que el empate subiera al marcador.

Hasta el descanso aún restaban más de veinte minutos, pero los azulinos ya no supieron aprovechar que ganaban en la posesión del balón. Y es que, después de mucho tiempo, el Xerez lograba llegar al descanso con un porcentaje de posesión mayor que el del rival -58% a favor de los azulinos-.

En la segunda mitad el partido se hizo mucho más espeso y los jugadores se sintieron atrapados por un prado que está dejando en evidencia a Chapín a nivel nacional, pues ya son muchas las semanas que viene ofreciendo una penosa imagen. Conducir, regatear o driblar se quedaba para los elegidos y las mejores ocasiones llegaron por el aire. Aranda remató de cabeza alto un buen pase de Camuñas, y ya al filo del minuto sesenta fue Keita el que tuvo el gol, pero remató mal con la testa un centro que llegó desde la esquina.

Para entonces, el Xerez ya empezaba a mostrar los primeros síntomas de fatiga, se alargaba, se quebraba y Mario Bermejo volvía a convertirse en ese islote que pelea de espaldas a la portería. La entrada de Abel y de Viqueira sirvió para poco, y Gorosito le pidió al gallego que se emparejara con Keita, para, al menos, no perder el punto que se tenía en el bolsillo. Y es que el Xerez se fue muriendo ofensivamente con dos intentos de Carlos Calvo, uno de cabeza y otro con un disparo lejano.

Gol de Camuñas

El Osasuna supo mantener la compostura en el apartado defensivo y aprovechó una de las pocas ocasiones en las que se acercó a la puerta xerecista. Renan se lució con una buena parada a tiro de Juanfran, pero nada pudo hacer para impedir el tanto de Camuñas. La jugada venía precedida por un cambio de orientación y por dos aciertos de las bandas del Osasuna secundados por otros tantos fallos de los laterales xerecistas. Juanfran superó con sencillez a Casado, y el extremo diestro la puso en el segundo palo. Allí apareció Camuñas para ganarle la partida a Redondo y finiquitar el partido -pidiendo perdón a la afición- y estropear el estreno de la nueva pandilla argentina del Xerez Club Deportivo.

Xerez: Renan, Redondo, Leandro, Aythami, Casado, Keita, Bergantiños (Viqueira, 69'), Carlos Calvo, Momo (Míchel, 73'), Orellana (Abel, 59') y Mario Bermejo.

Osasuna: Ricardo, Monreal, Flaño, Sergio, Azpilicueta, Nekouman, Puñal, Camuñas (Alan Baró, 92'), Juanfran, Aranda (Massoud, 69') y Pandiani (Dady, 86').

Árbitro: José Luis González González (Colegio Castellano-Leonés). Mostró cartulina amarilla a Puñal.

Goles: 0-1, Monreal (9');1-1, Bermejo (21'); 1-2, Camuñas (84')

Incidencias: Acudieron 14.909 espectadores a las gradas de Chapín.