El procesado guarda silencio al término de la primera sesión. :: EFE
ANDALUCÍA

Piden 26 años para el acusado del fuego que quemó 35.000 hectáreas en Huelva

El presunto autor del incencio mantiene su inocencia y la familia del matrimonio fallecido en el siniestro cuestiona la declaración de los testigos

HUELVA. Actualizado: Guardar
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El presunto autor del incendio ocurrido en el término de Minas de Riotinto, E. Perdigón, el 27 de julio de 2004, que arrasó 35.291 hectáreas de masa forestal en las provincias de Huelva y Sevilla y que causó la muerte de F.C.F y L.C.P, que circulaban en ese momento por una carretera cercana, se declaró ayer inocente en la primera sesión del juicio, mientras que la defensa de la familia de las víctimas, acompañada por un letrado de la Junta de Andalucía y de la empresa Egmasa, dudó de las declaraciones de los testigos.

Durante la primera sesión del juicio celebrado ayer en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Huelva, Perdigón aseguró que salió de su casa sobre las 16.00 horas del día 27 de julio de 2004, en dirección al pantano Zumajo para darse un baño, momento en el que «vio humo que provenía de un contenedor», pero no se acercó porque «podían haberle echado la culpa» al tener antecedentes penales.

Del mismo modo, aseguró que en el trayecto hacia el pantano, acompañado por su perro, no se encontró a nadie, excepto a un helicóptero del Infoca, mientras tomaba el baño. Tras ello, llegó a su domicilio sobre las 18.00 horas. En cuanto a la dirección que tomó para ir hacia el pantano, indicó que escogió otra distinta a la habitual porque «hacía mucho calor y porque no quería pasar por su huerto», que estaba en esa dirección.

El acusado mantuvo que «no ha reconocido a nadie que prendió fuego a dos contenedores», indicando además que cuando volvió de darse el baño se fue al huerto, que no se quemó por un cortafuegos cercano y, tras ello, se fue a su casa.

En cuanto a los testigos, la defensa de la familia de las víctimas, Antonio Rubio, dudó de las declaraciones de algunos de ellos por «el cambio de sentido» que han tomado, refiriéndose a «un ataque generalizado de olvido», teniendo en cuenta las declaraciones anteriores, realizadas hace cinco años, lo que les hace suponer que «podría existir algún tipo de maniobra extraña que no conocemos y que es la que ha podido llevar consigo este cambio». En el juicio se le tomó declaración a casi una veintena de testigos, entre personas que pudieron ver ese día al presunto autor del incendio, que diferieron en la vestimenta del presunto autor; efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Local de Minas de Riotinto y agentes de Medio Ambiente.