Balada adúltera de la esposa del ministro principal de Ulster

Iris Robinson, la esposa del ministro principal de Irlanda del Norte que recaudó dinero de unos constructores para entregárselo a su joven amante, abandonará sus escaños en Westminster y en Belfast en los próximos días y renunciará también a su pertenencia al Partido Democrático Unionista (DUP).

El Ayuntamiento de Castleraigh, que adjudicó al 'graduado' Kirk McCambley la concesión de una cafetería que instaló con el dinero de la concejal Robinson, ha abierto una investigación sobre las circunstancias en las que el joven de 21 años, que mantuvo hace dos relaciones sexuales con la política, de 59, ganó el concurso público.

La marcha de la política norirlandesa fue presentada por voces del DUP, no identificadas por los medios de Belfast, como una expulsión y por otros como un acuerdo alcanzado entre el marido, líder y ministro principal, Peter Robinson, y la dirección del grupo unionista para controlar la crisis en la que se han sumergido.

Iris Robinson ha desaparecido. Un breve comunicado en el que explicaba el día 6 que había sufrido problemas de salud mental que le llevaron a establecer la relación extramarital es lo último que se sabe de ella. «No merezco una segunda oportunidad, pero me la han dado», decía. Antes de la Navidad, Robinson ya había anunciado que, como consecuencia de los trastornos psíquicos que entonces no explicó, renunciaría a su reelección. Días antes explicó en otra entrevista que no contemplaba ninguna circunstancia que la apartase de la política y hablaba en términos líricos sobre su marido.

El cuadro que componen esas declaraciones y lo ocurrido en las últimas horas no se ajusta al de una mujer con problemas mentales que la habrían dejado frágil, sino al de una pareja practicante de sumo cinismo. Los Robinson ingresan cerca de 550.000 euros anuales con sus diferentes cargos públicos y han empleado a otros familiares, incluidos dos hijos. El ministro convocó a cuatro periodistas elegidos por él para revelar el adulterio de su mujer -«yo siempre he sido fiel», subrayó sin que nadie le preguntase-, el intento de suicidio de ella y las transacciones económicas con su amante cuando era inminente la emisión por la BBC de un documental que revelaba todo.

En un ejemplo de que la crisis de su matrimonio no impide el ejercicio de sus funciones, Peter Robinson ofreció como prueba que acudió en la misma mañana de la irrupción de su crisis doméstica a una sesión del Parlamento autonómico, donde se le recuerda bromeando.

Iris alcanzó notoriedad hace unas semanas por condenar la homosexualidad en términos apocalípticos fundados en una lectura literal de la Biblia, mientras evitaba cualquier signo de modestia sobre sus propias desviaciones de la versión estricta de la religión que profesa.

El dirigente unionista defiende ahora su supervivencia con el apoyo del Gobierno británico, cuyo ministro para Irlanda del Norte, Shaun Woodward, pidió ayer que se le dé tiempo para limpiar su nombre, porque sólo él podría llegar en los próximos días al acuerdo deseado por Londres para el traspaso de las competencias relativas a la Policía y la Justicia.