Cómodo triunfo del Real Madrid

Ni la nieve ni el frío impidieron que el Real Madrid sumara los tres puntos en el Bernabéu, estadio que ha convertido en un fortín con un pleno de nueve victorias en Liga. Los blancos se impusieron al Mallorca con más comodidad de la esperada gracias a un juego dinámico y vertical en ataque que tuvo como protagonista a Higuaín. El argentino marcó y dio el pase del segundo. Los baleares no inquietaron en ningún momento la meta de Casillas.

Gran expectación había levantado la visita de los pupilos de Gregorio Manzano al Bernabéu. Calificado de 'bestia negra' para el Madrid por sus buenos resultados en Chamartín, con cinco victorias en los últimos diez años, los baleares se presentaban en la capital como un equipo temible y en un gran estado de forma, como señalaba su cuarta posición en la Liga.

Pellegrini afrontaba el choque con una larga lista de bajas. Las ausencias por sanción de Sergio Ramos y Lass obligaron al técnico chileno a improvisar una defensa con Garay como pareja de Albiol en el centro de la zaga y retrasar a Marcelo al lateral izquierdo.

Gago acompañó a Xabi Alonso en el centro y sobre todo, hizo su reaparición Kaká tras recuperarse de una pubalgia que le había apartado desde el derbi ante el Barça. El brasileño cuajó un buen partido y participó en las numerosas jugadas de ataque de su equipo. Se le vio suelto y desequilibrante. Y es que el Madrid dejó claro desde el comienzo quien mandaba sobre el césped. La intensa nevada no impedía a los blancos mover el esférico con fluidez y dinamismo, mientras los baleares esperaban pacientes una contra que nunca llegaba.

Golazo del 'pipita'

Los aficionados que se congregaron en el estadio desafiando al frío recibieron el regalo de Higuaín. El argentino soltó un zurdazo desde la frontal del área que se coló por la escuadra de Aouate. Golazo que demuestra la eficacia del 'pipita' y pone las cosas más complicadas a Benzema, condenado al papel de revulsivo desde el banquillo.

Pese al resultado adverso, el Mallorca no reaccionaba. Casillas sufrió más por las gélidas temperaturas y la nieve que por los ataques del rival. Aduriz y el Chori Castro se afanaban más en acciones defensivas que en encarar la portería blanca. Sólo la suerte evitó que los bermellones se marchasen al descanso con un resultado más abultado. Cristiano Ronaldo, muy activo por ambas bandas, dispuso de un par de ocasiones para marcar, al igual que Kaká. El único contratiempo fue la lesión de Van der Vaart, quien fue sustituido por Granero.

En nada cambió la situación. El Madrid alternaba ataques rápidos protagonizados por Cristiano o Higuaín, con jugadas más elaboradas, nacidas de la paciente triangulación de varios jugadores. Todas las estrellas blancas se movían con comodidad sobre el césped. El Mallorca no fue ni la sombra de lo que se recordaba con temor en Chamartín. Sin balón, incapaz de encadenar tres pases seguidos, decepcionó en el Bernabéu.

La segunda parte comenzó con el segundo tanto del Madrid. Y una vez más, Higuaín fue protagonista. El argentino luchó por banda derecha y metió un centro para que Granero fusilara al meta balear en el área pequeña. El segundo tanto supuso el final del partido.

El Mallorca perdió las pocas esperanzas que tenía de remontar, si las tuvo alguna vez, y el partido quedó en manos de lo que quisiera el Madrid. Durante algunos minutos, los 'merengues' mantuvieron un nivel intenso, con buenas triangulaciones, paredes e internadas por la banda. Todo ello propició varias ocasiones para que los locales aumentaran su cuenta, pero la precipitación unas veces, y la acertada intervención de Aouate en otras, dejó inmutable el marcador. También hubo tiempo para que Guti disfrutara de unos minutos dos meses y medio después.