Jerez

Tamara Trinchete sobrevive en el piso mientras espera la orden de deshaucio

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aunque no es de su propiedad, Tamara Trinchete considera suyo el piso que le ha dado cobijo a ella y a sus dos hijos desde hace más de un año. Esta joven de 22 años recibió por esas fechas las llaves de manos de su antiguo inquilino y procedió a ocupar ilegalmente la vivienda.

A pesar de que es consciente de que ha cometido una irregularidad, la delicada situación por la que atraviesa tampoco le ha dejado muchas opciones. Su marido, al igual que su padre, se encuentra en la cárcel y ella sólo realiza trabajos esporádicos de limpieza, con los que apenas si gana 200 euros mensuales para mantener a sus niños.

Su madre vive enfrente de la casa que ocupa, pero también comparte su vivienda con seis personas en una situación de hacinamiento. La Junta de Andalucía, propietaria del piso de León de Carranza, fue la que dictaminó el deshaucio y Tamara insiste en que, al no poder instalarse en casa de su madre, sus opciones son prácticamente nulas.

La Junta le dio de plazo hasta ayer sábado para abandonar la vivienda, pero la orden tardará unos días en hacerse efectiva, tiempo que la perjudicada aprovechará para intentar resolver su situación. Lo cierto es que la jerezana no puede ocultar su desesperación, puesto que asegura que nadie le da garantías de que no se vayan a quedar en la calle.

«En los Servicios Sociales me han dicho que intentarán darme una solución cuando me venga la orden judicial. Ellos parece que primero me quieren ver en la calle, cuando yo gano un dinero que no me da casi ni para comer». Estas Navidades reconoce que no las olvidará en su vida: «No me pude ni tomar las uvas, pensando que en unas horas me iban a echar».