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Verlas venir

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La profesión de adivino está muy desacreditada, a pesar de que el numeroso gremio de los que anuncian los zodiacos funestos suele acertar siempre. Ahora los zahoríes del Ministerio del Interior nos avisan de que ETA planea el secuestro de una persona relevante, lo que sin duda tranquiliza mucho a las personas corrientes, incluso a las que han llegado a ser simplemente personas, que es a lo máximo que se puede aspirar. La profecía debe fundarse en algunos datos, más o menos verificables. Lo extraño es que no haya estado antecedida por una campaña en la que se nos anunciara que la banda terrorista había sido «completamente desmantelada». Eso había venido siempre en el prólogo a una de sus actuaciones.

La intuición, que hemos convenido desde Leibniz es un camino de conocimiento, nos advierte de que hay algunas cosas que están en el aire pero que se ven venir, aunque ese aire esté muy enrarecido.

Los poetas, que son los únicos que pueden hablar de «sus anales transparentes», han sido a veces capaces de averiguar sus intenciones, pero ahora tienen más datos que en el citado Ministerio del Interior. ¿De qué persona relevante se teme que ETA planeé un secuestro? No pueden soltar prenda, ya que hay muchas en el vestuario y cada una tiene su alma en su armario. ¿Y si fuera el propio Alfredo Pérez Rubalcaba? Es de suponer que ese sería el máximo objetivo de los secuestradores, pero la ambición inicial, tras el primer cálculo de posibilidades, quizá haya sido rebajada. Lo extraño es que no hayan dado a conocer el propósito. Año nuevo, la misma lamentable vida. Lo que nos auguran los arúspices ministeriales, una vez salido el 'Gordo' de la lotería, es que salga en todas las televisiones y en todos los periódicos el pez gordo secuestrado por la desmantelada banda. Estemos atentos.