La carretera de La Ina, una de las barriadas más perjudicadas, continúa prácticamente intransitable. :: CRISTÓBAL
Jerez

Aumenta el temor en la zona rural ante nuevas crecidas del río y más desalojos

El fallo de un colector en El Portal provoca la huida de vecinos y se incrementa el riesgo en La Greduela

JEREZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La peor noticia que podían recibir los vecinos de la campiña jerezana es la que confirmó ayer la delegada del Medio Rural, María del Carmen Martínez: el río Guadalete sigue creciendo, y ya ha subido trece centímetros más. Aunque aún no se han alcanzado las altas cotas registradas el pasado sábado, todo apunta a que continuará la línea ascendente que se inició la noche del lunes y que no parará hasta la madrugada de Año Nuevo, cuando está previsto que se desactive la alerta amarilla por fuertes precipitaciones.

El día de ayer transcurrió relativamente tranquilo, si bien sucedieron algunos incidentes dignos de mención como la imposibilidad de arreglar el colector de El Portalillo (El Portal), que provocó que el Ayuntamiento aconsejara a los residentes el desalojo de sus viviendas, ya que el actual nivel del río hace imposible que se evacúe el agua del conducto.

A pesar de que técnicos de Ajemsa (Aguas de Jerez) estuvieron toda la mañana intentando subsanar la avería, finalmente no pudieron encontrar una solución satisfactoria, por lo que las familias que así lo consideraron oportuno comenzaron su traslado a casa de otros parientes.

El Consistorio, además, habilitó dependencias municipales en El Portal para los vecinos que quisieran disponer de ellas. Las 26 familias que también fueron desalojadas hace unos días, por otro lado, continuarán en sus nuevos refugios por un periodo estimado de quince días.

Malestar entre los realojados

En estos últimos casos, la desesperación empieza a hacer mella en los afectados como le sucede a Rosario, de Las Pachecas, que se tomará las uvas junto a los suyos en el centro social de la barriada. «Estamos aquí desde el día 26 -explicó la perjudicada- y lo único que hacemos es mirar continuamente al cielo. A mi casa le cogió el agua, con una profundidad de al menos un metro, aunque lo peor es que está rodeada por todas partes. Hemos sacado lo que hemos podido, pero la mayoría de nuestras cosas siguen allí».

La situación de las zonas mencionadas es delicada, pero sin duda en estos momentos la que más preocupa a las autoridades es la de La Greduela, donde la inmensa mayoría de los vecinos se niega a abandonar sus hogares. La delegada del Medio Rural expresó ayer su inquietud al respecto, ya que se trata de casi una veintena de familias a las que el riesgo de lluvia amenaza con anegar viviendas y cultivos.

«Deberían evacuar cuanto antes, pero no quieren ni escucharlo. En principio nadie corre peligro, aunque si cometen una imprudencia... Ellos tienen salida por el Lomopardo, pero el río nunca se sabe cómo va actuar». La presidenta de la asociación de vecinos, María José Tejero, confirmó este punto argumentando por qué los ciudadanos no quieren huir de sus propiedades.

«Estas son viviendas de primera ocupación, si fueran de segunda no nos importaría pero en este caso a ver qué hacemos con los animales. ¿Matamos a los cochinos, abandonamos a los perros? Una casa se puede reponer pero los animales son seres vivos, nos insisten una y otra vez con este tema y no nos entienden. Lo poco que tenemos, lo tenemos aquí».

El debate del desembalse

Como insistió la delegada, uno de los principales problemas es que Medio Ambiente continúa con sus labores de desembalse y se están evacuando 100.000 litros por segundo, lo que podría perjudicar enormemente a estas barriadas. Sin embargo, la Consejería se apresuró ayer a desmentirlo, asegurando que aunque las tareas continúan con ello no se están provocando inundaciones, sino que más bien se están frenando.

En este sentido, desde Medio Ambiente insistieron en que si los embalses no actuaran como filtros, los daños ocasionados por el agua serían muy superiores. Los estragos del temporal, por otra parte, continúan haciendo mella en las carreteras de la comarca, donde a día de ayer permanecían cortadas al tráfico hasta cuatro vías jerezanas, de la docena que estuvieron paralizadas en toda la provincia.

La delicada situación por la que atraviesa la zona rural ha provocado un aluvión de críticas y reacciones por parte de diversos colectivos y partidos políticos. Si el lunes el PP subrayaba la necesidad de construir un aliviadero en El Portal, ayer se subían al carro el PSA y la federación de asociaciones de vecinos Solidaridad.

Esta última pedía un estudio pormenorizado sobre la incidencia de las lluvias, la capacidad de los pantanos y demás variables con el fin de realizar un desembalse anticipado y progresivo de las cuencas que evite daños materiales y no ponga en peligro a los vecinos. El PSA, por su parte, hizo alusión a proyectos más concretos como la limpieza del Guadalete y la construcción del azud móvil de El Portal, cuyos trabajos se iniciaron en 2004 y actualmente se encuentran paralizados.