Los empleados del pabellón deportivo utilizaron plásticos y fregonas para recoger el agua en el parqué. :: MIGUEL GÓMEZ
CÁDIZ

La gota malaya del Ciudad de Cádiz

Las goteras han provocado daños en el parqué, que se renovó el pasado verano con una inversión de 250.000 euros; la sala de aeróbic vuelve a quedar inutilizada por la acumulación de agua

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Se acabaron los adjetivos para describir las goteras en el pabellón Ciudad de Cádiz. Los problemas con las filtraciones, lejos de ser nuevos, nunca se han interrumpido. Sencillamente, hay agua dentro cada vez que cae del cielo.

El verano pasado el equipo de Gobierno invirtió 245.000 euros en la renovación del parque, tanto de las pistas de baloncesto y voleibol (las que tienen gradas) como del área donde se practica aeróbic, 'step' y 'spining' (ejercicio en bicicleta estática). A las pocas semanas de ponerlo, ya aparecieron goteras en la sala grande, que fueron subsanadas por la empresa que hizo la reparación de la cubierta.

Sin embargo, la sala de gimnasia no ha dejado prácticamente de tener goteras. Ayer, como ya es habitual, los alumnos que asisten a clase cada día tuvieron que trasladarse al otro área con parqué. El suelo se encontraba empapado y el trabajador encargado de recoger el agua no daba abasto. La filtración, además, comienza a afectar a la madera del suelo, tal y como sucedía con la anterior pista, que se abombó y se llenó de baches.

En algunas ocasiones, los empleados del pabellón han colocado plásticos en el lugar donde cae la gotera o directamente, el cubo de la fregona.

Los usuarios se debaten entre la resignación de una situación que ya se ha vuelto habitual y la indignación. La dirección del polideportivo ha recibido más de una queja por caídas, que se suman a otras ya habituales (taquillas estropeadas durante meses o puertas de ducha que nunca se reponen). Y todo ello a pesar de que el pabellón estuvo cerrado este verano para someterlo a una exhaustiva reforma para que estuviera a punto en el Campeonato Europeo de Natación, que se celebró en septiembre.

Ayer, los alumnos de gimnasia celebraban precisamente un almuerzo navideño, pero la clase de las 9.30 se tuvo que retrasar y se juntó con el siguiente turno: el de las 10.30 horas.

En ese área de gimnasia y aeróbic no hay una cubierta hecha con cristaleras y debajo, unos toldos para evitar que la luz natural sea demasiado fuerte y en verano haga demasiado calor.

Debido a la gran cantidad de lluvia que cayó ayer, el agua se acumulaba en estos toldos e iba precipitándose hacia el suelo incluso después de que se detuvieran las precipitaciones.

El Ayuntamiento ha reiterado en varias ocasiones que pedirá a la empresa que realizó la reparación de la cubierta que acometa las reformas necesarias para que las goteras no vuelvan a aparecer. Los usuarios, sin embargo, mostraban su desconfianza en que el problema se arregle: «Yo llevo mucho tiempo viniendo a hacer aeróbic y desde hace mucho tiempo hay goteras; además, para mí que no han arreglado nada, porque sólo cambiaron los toldos», señaló una de las personas que utiliza los servicios del polideportivo cada día.