Fuerzas iraquíes realizan maniobras con morteros en Latifiya. :: AP
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Irán da marcha atrás y deja el yacimiento que ocupó en Irak

Bagdad confirma que las fuerzas persas se han retirado del pozo petrolífero pero asegura que aún permanecen en el país árabe

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«Nuestras fuerzas han regresado a su posición original tras retirar la barricada que los soldados iraquíes habían colocado en el pozo de petróleo». Casi tres días después de ocuparlo, Irán dio marcha atrás y ordenó la retirada de sus fuerzas del yacimiento número cuatro de Al-Fakka, al sudeste de Irak.

El viernes por la tarde, Bagdad denunció la toma por parte de once soldados persas de este pozo en la provincia de Maysan, en plena frontera y en uno de los puntos en disputa desde la guerra que enfrentó a ambos países. Sin embargo, en unas declaraciones al canal de televisión iraquí Al-Iraquiya, el portavoz del Gobierno de Bagdad, Ali al- Dabag, afirmó que los soldados iraníes se habían retirado pero no del territorio de Irak ya que permanecían «a cien metros del pozo».

Parece que empieza a solucionarse esta «violación de la soberanía iraquí», tal y como la definió el Consejo de Seguridad Nacional y que encendió las alarmas tanto en Bagdad como en Washington, que a falta de pocos meses para completar el repliegue de sus fuerzas de combate ve cómo la República Islámica aumenta su influencia en el país vecino.

«Se trata de un terreno en disputa y ahora ha sido abandonado por ambas partes. El pozo no estaba siendo explotado y vuelve a estar vacío y abandonado», declararon fuentes del Ministerio de Interior iraní que acusaron a Bagdad de erigir una barricada en el lugar, lo que motivó la posterior intervención militar.

Los responsables de Exteriores de ambos países, Hoshyar Zebari y Manoucher Mottaki, mantuvieron una conversación telefónica a última hora del sábado, lo que abrió la puerta a la solución de la crisis sobre la soberanía del yacimiento. Este movimiento militar servirá para abrir una ronda de conversaciones para clarificar los límites fronterizos.

Mientras todos los ojos miraban al sur iraquí, los problemas estallaban en el norte con el sabotaje contra el oleoducto que une Irak con Turquía en la zona de Shirqat, 325 kilómetros al norte de Bagdad. El flujo de crudo podrá restablecerse en los próximos días. «Pedimos a las fuerzas internacionales que refuercen las patrullas para defender nuestros oleoductos», declaró el portavoz del Ministerio de Petróleo, Assem Jihad.