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Las Cortes no pagan

PROFESOR DE LA UCA Actualizado: Guardar
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Las Cortes alquilaron el Teatro Cómico de la Isla de León para utilizarlo como sede del Congreso. La transformación de la sala consistió básicamente en alinear el patio de butacas con el escenario, eliminándose así el foso de la orquesta. El resultado final fue un amplio salón elíptico, como también ocurrirá después con el Oratorio de San Felipe Neri. Esta obra alcanzó la suma de 20.000 reales. La descripción del interior es como sigue: «A distancia como de seis varas de la puerta empezaba la elevación del piso, con una barandilla corrida en todo su frente, a manera de tribuna. Un retrato del rey -de cuerpo entero- presidía bajo dosel el salón. No tenía otro exorno el salón que una medalla alegórica de cuatro varas de diámetro, en que al claroscuro se figuraban en un bajorrelieve, las fuerzas de España, con un león que sustentaba los dos mundos con una espada desnuda, aparentando vengar sus ultrajes. Presidiendo se miraba a la Sabiduría, como indispensable para la administración de la Justicia y para la acertada dirección de la fortaleza». Pero tras este boato y discurso solemne, también encontramos la historia pequeña: lo más curioso de todo fueron los 30.000 reales que nunca llegaron a pagar las Cortes a sus dueños, a pesar de las promesas.