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Buscaron deprisa inquilinos que no sabían del derribo

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Lo vivido ayer en Chiclana tiene muchas aristas, y no es un derribo de una casa ilegal al uso. Además de ser una promoción de diez viviendas levantada por el mismo promotor, la empresa familiar Prefabricados Medina propiedad de Antonio Tocino podría haber engañado supuestamente a varios inquilinos a los que alquiló las unifamiliares. Aunque lo intentaron ocultar en un principio, hasta cuatro inmuebles de los diez de Majadillas estaban desde hace unas semanas habitados por parejas jóvenes que desconocían que sus viviendas tuvieran un expediente de demolición inminente. Nosotros nos enteramos anoche (por el jueves); nos han engañado», explicaba Hugo, uno de los jóvenes, militar de profesión y que prefería mantener en anonimato su apellido, que ha pagado 550 euros a los promotores por ocupar su inmueble «hace sólo ocho días» y que pedía «justicia».