TV

Más Wyoming

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Noticia de la semana: José Miguel Monzón, alias Gran Wyoming, convoca una rueda de prensa a propósito del cacao en el que se ha visto envuelto -por propios méritos- después de la agresión al periodista Hermann Tertsch. Nadie reprochará a Wyoming la convocatoria: después de todo, es el hombre del momento. Para quienes se hayan perdido algo, recapitulemos. Uno: Wyoming caricaturiza en su programa a Tertsch sugiriendo que tiene instintos asesinos. Dos: Tertsch dice que se va a querellar contra Wyoming. Tres: Wyoming no pide disculpas, sino que echa sal en la herida. Cuatro: a Hermann Tertsch le rompen dos costillas en un bar. Cinco: nadie dice que una cosa venga de la otra, pero La Sexta y Wyoming pierden una buena oportunidad para condenar la agresión.

Seis: Wyoming cierra la semana encabezando una manifestación gubernamental-sindicalista. Siete: la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre (institución titular de Telemadrid, donde trabaja Tertsch), interviene con dudoso sentido de la oportunidad y asegura que «la actitud crítica de Tertsch con el Gobierno no puede justificar una agresión física o moral». Ocho: Wyoming se da por aludido y convoca la mencionada rueda de prensa. No sé si me he saltado algo, pero la secuencia de los acontecimientos ha sido esa.

Seguramente pronto habrá más novedades. El asunto es importante por varias cosas. Primero, señala lo peligroso que sigue siendo este oficio. Además, hace reflexionar sobre la imprevisible influencia de la tele en el personal. Y por otro lado, mueve a reexaminar los límites tolerables de la crítica. Junto a todo eso, el episodio ha llevado a decir demasiadas barbaridades. Por ejemplo, la de quienes califican la patada a Tertsch como «supuesta agresión». ¿Supuesta? A nadie se le rompen las costillas como fruto de una suposición.

Pero quizá lo mejor es la proclama de Wyoming en su rueda de prensa: se siente víctima de Aguirre en particular y de la derecha en general. ¿Wyoming, una víctima? Este es probablemente su mejor chiste desde los lejanos tiempos del 'Caiga quien caiga' inicial.