Brown viaja a Afganistan por sorpresa para hablar con Karzai

El primer ministro británico, Gordon Brown, decidió viajar el sábado por sorpresa a Afganistán para encontrarse con el presidente Hamid Karzai. A nadie se le oculta que las relaciones entre Londres y Kabul no pasan por su mejor momento después de que Brown haya criticado con asiduidad los altos índices de corrupción que afectan al Gobierno afgano. Por eso, el inquilino del 10 de Downing Street apostó por efectuar el desplazamiento con el fin de limar asperezas y al mismo tiempo dar apoyo al contingente militar de Reino Unido.

Ambos líderes se reunieron ayer en la ciudad meridional de Kandahar. Según un comunicado de la presidencia afgana, Brown y Karzai coincidieron en que el objetivo es debilitar como sea a la insurgencia talibán y que las tropas locales se hagan pronto cargo de la seguridad. En este sentido, el mandatario euroasiático prometió que enviará el próximo año 10.000 soldados a las provincias de Helmand y Kandahar, principales núcleos del movimiento insurgente, al tiempo que pidió a su interlocutor el apoyo de las fuerzas internacionales para su entrenamiento. Además, conminó a Brown a colaborar en el equipamiento con las tropas afganas. Otro tema que abordaron los dirigentes fue la conferencia sobre Afganistán que tendrá lugar el 28 de enero en Londres. En principio estaba previsto que Brown y Karzai se reunieran con un grupo de líderes tribales en Helmand, pero el mal tiempo lo impidió.