Sebastián Piñera, candidato de la oposición derechista se ha proclamado ganador según los datos ./ Efe
jornada electoral en chile

El derechista Piñera gana la primera vuelta de las presidenciales

El próximo 17 de enero, se enfrentará al aspirante oficialista, el ex presidente Eduardo Frei, quien obtuvo el 32,08% de los sufragios

SANTIAGO Actualizado: Guardar
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Los resultados de las elecciones presidenciales chilenas, que marcan una distancia de casi 14 puntos entre el derechista Sebastián Piñera y el oficialista Eduardo Frei, mantienen la incógnita de quién será el sucesor de Michelle Bachelet. La abultada diferencia con respecto a su principal oponente ha dejado satisfechos por el momento a los seguidores del abanderado de la Coalición por el Cambio, quienes ven más cerca que nunca la posibilidad de que la derecha vuelva al poder por la vía democrática 50 años después del triunfo de Jorge Alessandri Rodríguez (1958-1964).

Con casi el 100% de los votos escrutados, Sebastián Piñera ha obtenido el 44,05%, frente al 29,6% del senador democristiano y candidato de la Concertación, Eduardo Frei. Éstas han sido las primeras elecciones en la historia reciente de Chile en las que además del aspirante oficialista compiten por la Presidencia de la República dos candidatos surgidos de las filas de la Concertación. Se trata de Marco Enríquez-Ominami, hijo del fundador del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), Miguel Enríquez, asesinado en plena dictadura de Augusto Pinochet y que ha obtenido el 20,13% de los votos.

El "candidato revelación", como se le bautizó al comienzo de la campaña electoral, es además hijo adoptivo de un ex dirigente de la Concertación, el senador Carlos Ominami, que al igual que él hubo de renunciar al Partido Socialista, uno de los cuatro que integran la coalición gobernante. Le sigue el aspirante de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate, con el 6,21%, quien abandonó las filas socialistas para postularse como abanderado presidencial de la coalición Junto Podemos, un conglomerado que reúne a comunistas, allendistas y cristianos de izquierda.

Las cábalas presidenciales

Convencidos de que la mayoría del electorado chileno es de centro izquierda y de que la derrota de Frei en esta primera vuelta se debe a la dispersión del voto progresista, en el comando electoral del abanderado de la Concertación están convencidos de que es posible ganar a Piñera. A ello podría contribuir la propuesta hecha días atrás por Arrate de sellar un acuerdo electoral para frenar el avance de la derecha, una idea con la que Frei se mostró de acuerdo y que Enríquez-Ominami también admitió como una posibilidad si finalmente no era él quien se enfrentaba a Piñera. Aunque la votación obtenida por Jorge Arrate está muy lejos de la puerta de acceso a la segunda vuelta, la satisfacción entre la izquierda extraparlamentaria es notable puesto que volverá a estar en el Parlamento chileno, del que permanecía excluida desde el golpe militar, en 1973.

El retorno fue posible gracias a un acuerdo preelectoral suscrito meses atrás por el Partido Comunista y la Concertación y que ahora podría facilitar un trasvase casi automático de votos de la izquierda hacia Frei. Pero la coalición que gobierna Chile desde el fin del régimen militar no lo tiene nada fácil. Algunos expertos opinan que al ex presidente Frei le resultará muy complicado remontar la ventaja obtenida por Sebastián Piñera. Y sustentan esta afirmación en que el multimillonario empresario recibe votos no sólo de la derecha tradicional, sino de un electorado que no se considera heredero del legado pinochetista y que como el propio Piñera, se distanció del régimen militar.

Despejada en esta primera vuelta la incógnita de los indecisos, tal vez el secreto de la elección presidencial esté en saber qué porcentaje del electorado de Enríquez-Ominami votará por Piñera y cuántos lo harán por Frei. La única certeza plena en los comandos electorales de los dos aspirantes a La Moneda es que a partir de este lunes una campaña electoral totalmente diferente.