La mayoría de los robos producidos en el interior de tiendas y vehículos se deben a descuidos de los ciudadanos, que suelen dejar el coche con regalos a la vista o despreocuparse de sus pertenencias mientras compran. :: J. F.
Jerez

Los comerciantes exigen más vigilancia en el centro ante la proliferación de robos

Desde Comisaría afirman que algunos hurtos aumentan un 30% en Navidad y que el perfil del ladrón ha cambiado

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Muchos de ellos hacen su agosto en pleno invierno. Los cacos se preparan por estas fechas para llenarse los bolsillos y toman como víctimas a las más propicias: los clientes de los comercios. Todos los años en esta época lo advierten y en todos los casos acaba convirtiéndose en una realidad; los robos se disparan y empresarios y ciudadanos sufren las consecuencias de una situación que no ha hecho sino empeorar con la crisis.

El presidente de la Asociación Unión de Comerciantes de Jerez (Asunico), Manuel García, confirmó ayer que aunque aún no se ha hecho notar demasiado, bien es cierto que la proliferación de hurtos se ha convertido cada navidad en el caballo de batalla de los propietarios de los negocios, especialmente en el último año con la debacle económica. «Los ladrones aprovechan que los comercios están llenos para confundirse con los clientes y hacer a sus anchas. Es más fácil que se produzcan robos con la confusión de gente que se produce en estas fechas».

Por ello, García solicitará al comisario en nombre de todos sus representados que aumente la presencia policial en el centro, para la tranquilidad tanto de los viandantes como de los clientes y de los propios empresarios. Una medida que sí ha acometido ya el otro colectivo jerezano de comerciantes, Acoje, que ha remitido un escrito a la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, a la Comisaría y a la Policía Local solicitando que se extremen las precauciones en este sentido.

Y es que los temores de los afectados están más que justificados, si se tiene en cuenta que la misma Policía Nacional ha confirmado que determinados tipos de delitos están aumentando durante estos días en más del 30% con respecto al resto del año. En concreto, se trata de robos tanto en el interior de comercios como en el de vehículos, que han pasado de 20 al mes a una treintena actualmente.

Delincuentes en crisis

En ambos casos, el factor descuido por parte de los ciudadanos cumple un papel fundamental a la hora de que se cometa el delito. Por un lado, se dejan muchos vehículos aparcados y repletos de regalos a plena vista y al acceso de cualquier maleante, mientras que por otro los clientes abandonan bolsos y otras pertenencias en las tiendas cuando están pagando o probándose ropa.

Para más inri, la Policía también ha alertado del cambio que se ha producido últimamente en el perfil del ratero y que hace más dificultosa su identificación. «No son los clásicos mal vestidos -advierten fuentes del Cuerpo-, son gente hasta con chaqueta y corbata que pasa más desapercibida porque su camuflaje lo hace más fácil». En contra de lo que se pueda pensar, no se trata del mismo perro con distinto collar, pues aunque el ladrón tradicional persiste este último corresponde a otra tipología producto nuevamente de la crisis.

«Son personas que tienen dificultades económicas y además suelen venir de otras localidades como El Puerto o Sanlúcar, por lo que aquí no se les conoce». Por mirar el lado positivo, lo que sí ha descendido con respecto a otros años según las fuentes consultadas es el índice de vandalismo, gracias a medidas drásticas como las multas de hasta 3.000 euros por encender fogatas en la calle, una práctica que también resulta muy habitual por estas fechas.

En cualquier caso, los profesionales recomiendan a los ciudadanos que extremen las precauciones, sobre todo en cafeterías y comercios. Lo principal es no perder de vista los bolsos ni objetos personales, evitando enseñar el contenido de la cartera cuando vaya a efectuarse un pago. En definitiva, es mejor intentar disfrutar del momento pero siempre con los ojos bien abiertos, para que por unas simples compras no se acabe en la Comisaría.