Los sindicatos, contra «la cultura del despido»

CC OO y UGT esperan una respuesta masiva a la manifestación convocada por ambas formaciones hoy en Madrid. Una marcha que esconde el malestar de los sindicatos con los empresarios, tras la ruptura el pasado verano del diálogo social, y que quiere reivindicar el empleo de calidad contra «la cultura del despido». La protesta busca también el reinicio de las conversaciones con los patronos en términos libres de posturas maximalistas y con la premisa de repartir siempre los efectos de la crisis.

Los secretarios generales de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, dejaron claro que la convocatoria pretende lanzar un llamamiento «muy serio» a las empresas para que «nadie se aproveche» de la crisis o quiera plantear recetas que no hagan sino agravar los problemas.

Cándido Méndez criticó el manejo que algunos sectores están haciendo de la salida de la recesión para plantear recortes en los derechos laborales. Ya añadió que con la premisa de que para proteger el empleo hay que recortar los sueldos «la ecuación no funciona». Toxo, que junto con Méndez insistió en que la marcha persigue ante todo el restablecimiento del diálogo social, no eludió que la manifestación «también tiene que ver con la actitud de los empresarios». Y recordó que aún hay sectores que se muestran reacios a firmar los convenios colectivos pendientes de este año a pesar del acuerdo firmado recientemente entre sindicatos y patronales para resolver este asunto.

Toxo y Méndez explicaron que la manifestación tiene todo el sentido, y negaron que los trabajadores quieran una huelga general. El primero planteó la movilización en clave «propositiva». El segundo afirmó que la clase trabajadora ve «lógica» la protesta al identificarse con las demandas de los sindicatos y que hoy se vivirá «una afirmación masiva de carácter democrático, sindical y social».

Respeto

Desde el Ejecutivo, la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, mostró su comprensión y «máximo respeto» ante la manifestación sindical ya que, dijo, la creación de empleo es un objetivo que «todos compartimos». De la Vega subrayó que el Gobierno «se ocupa y se preocupa» por la creación de puestos de trabajo, y se felicitó por que hay indicios de que «la cosa empieza a mejorar».

CC OO y UGT reclamaron al Estado un esfuerzo adicional en la inversión pública y, al tiempo, recogieron el guante lanzado la víspera por el presidente del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero expresó su deseo de cerrar un primer acuerdo con los agentes sociales sobre la reforma laboral en el primer trimestre de 2010.

Eso sí, CC OO y UGT advirtieron del peligro de querer acelerar sin una base firme las conversaciones ante el peligro de terminar en un nuevo fiasco del diálogo social. Los sindicatos no dan la espalda a los cambios, siempre que exista «el suficiente trabajo de cocina». «Queremos reconstruir la negociación con parámetros distintos al abaratamiento del despido o el recorte de derechos», dijo Méndez.