en el sur del país

Secuestran a más de 70 personas en Filipinas, la mayoría de ellas niños

Poco después, los captores han liberado al menos a 17 menores y a un adulto

ZAMBOANGA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El grupo de secuestradores que mantiene hoy como rehenes a 55 personas, la mayoría niños, en el sur de Filipinas, ha condicionado su puesta en libertad a la detención del cabecilla de un clan rival, según han informado fuentes policiales. También, los secuestradores, que se encuentran atrincherados en un monte cercano a la ciudad de Prosperidad, en la isla de Mindanao, han exigido la retirada de la tropas de la Policía y el Ejército que les rodean, así como la presencia de periodistas en la negociación.

El supuesto jefe de los secuestradores ha sido identificado por las autoridades como Ondo Pérez, un ex miembro de un grupo paramilitar gubernamental que mantiene una 'vendetta' con otro influyente cabecilla de la región llamado Jun Tubay, residente en Prosperidad. Las autoridades acusan al grupo de Pérez de haber asesinado a miembros de la familia de Tubay el pasado febrero.

Al menos 17 niños y un adulto han sido puestos en libertad, y otros dos han escapado, poco después del secuestro de 75 personas en un pueblo del sur de Filipinas. La mayoría de los rehenes son estudiantes de la escuela Maitum, en la provincia de Agusan del Sur, en Mindanao. El rapto se ha producido cuando el grupo de pistoleros escapaba de los cuerpos de seguridad, con los que había mantenido un tiroteo en el área de la Purísima, y se refugió en la escuela, de la que han salido con numerosos rehenes. Durante la fuga también han capturado a dos guardas forestales de una compañía maderera.

Este secuestro acontece dos semanas después de que 57 personas fueran asesinadas por orden de uno de los clanes más influyentes de la provincia de Maguindanao, al igual que Agusan del Sur, también situada en la isla de Mindanao. También ocurre un día después de que los cuerpos de seguridad descubrieran que Abu Sayyaf, una organización vinculada a la red de Al Qaeda, había decapitado a uno de los tres trabajadores que secuestró en noviembre en el sur de Filipinas.