Sociedad

Los pequeños fumadores pasivos

Cada año son hospitalizados cientos de niños por bronquitis, neumonía o asma

MADRID. Actualizado: Guardar
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Algo más de la mitad de los niños españoles viven en un ambiente tabáquico, bien porque fuman los padres o porque lo hace la persona responsable de su cuidado, según las estimaciones del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que por lo demás tienden a ser coincidentes con los resultados del último estudio europeo Eurobarometer dedicado a las actitudes de los europeos ante el tabaco.

Tanto este informe, que se dio a conocer el año pasado, como los datos actuales que maneja el citado comité (integrado por miles de profesionales sanitarios españoles vinculados a la lucha contra el tabaquismo) ponen de relieve que España registra uno de los porcentajes más elevados de la UE de personas que fuman delante de sus hijos.

Las consecuencias del tabaquismo pasivo en la salud de los niños revelan que estamos ante un problema de gran consideración, según el comité. Así, los pequeños expuestos padecen un 70% más de infecciones respiratorias y catarros que los que no, presentando además un mayor riesgo de padecer otitis purulentas crónicas (causa más común de sordera y cirugía en los niños), faringitis y amigdalitis.

El riesgo de neumonía en hijos de padres fumadores es cuatro veces mayor que el de los niños cuyos padres no fuman. El 42% de los que padecen una enfermedad respiratoria crónica son fumadores pasivos. También se ha demostrado, según el CNPT, que los hijos de madres fumadoras tienen más ingresos hospitalarios por bronquitis y neumonía. Y múltiples estudios sugieren que el humo de tabaco no solo agrava el asma infantil, sino que lo causa. Una de las consecuencias que se derivan del fuerte impacto del tabaquismo pasivo en el estado físico de los niños es el absentismo escolar.

Muerte súbita

Pero los efectos no se quedan aquí, porque según los expertos del comité 'antitabaco' la situación descrita se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer, tanto en los primeros cinco años de vida como en la edad adulta. El doctor Córdoba señala que «uno de cada seis casos de tumores de pulmón en adultos no fumadores podría deberse a la exposición al humo de tabaco durante la infancia y la adolescencia».

Otro aspecto de importancia es el relativo al bajo peso de los recién nacidos bajo la influencia, durante el embarazo, del tabaco, y que supone a menudo un serio condicionante para su desarrollo en óptimas condiciones, según el CNPT. El vicepresidente del comité subraya que cada año se registran en España cientos de hospitalizaciones de niños con asma, bronquitis o neumonías, aunque eso, con ser ya preocupante, no es lo más grave. «Lo peor es que también se dan casos de muerte súbita por exposición al humo de tabaco en lactantes».

El criterio del doctor Córdoba es que queda mucho por avanzar, incluso en aquellos supuestos en los que parece que se actúa bien. Alude, en este sentido, a que algunos padres fumadores tienen una falsa sensación de seguridad cuando se van a otra habitación o salen a la terraza a encender el pitillo, «sin apercibirse de que esta medida no suele ser muy eficaz, pues terminan por hacer partícipes a sus hijos de los elemos de por medio.