El ariete sueco del Barcelona celebra el tanto logrado ante el Xerez en Chapín. :: LA VOZ
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La sonrisa del nuevo Ibrahimovic

Desmiente problemas con Messi y confirma que deja la selección de Suecia, aunque sólo temporalmente «Puedo hacerlo mucho mejor», afirma el delantero, que en el Barça ha borrado su fama de arisco

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Los numerosos periodistas suecos que se han desplazado a Barcelona desde la llegada de Ibrahimovic alucinan con su transformación. Ha pasado de ser arisco, divo y malhumorado a convertirse en una persona sonriente, cercana y accesible. Lo mismo ocurre con los periodistas italianos, que creían que un jugador tan egocéntrico e individualista no encajaría en el vestuario del Barça. Todos ellos se han llevado una sorpresa. No por su extraordinario rendimiento (diez goles y cuatro asistencias en doce partidos de Liga) porque su calidad era incuestionable, sino por su actitud, compañerismo y profesionalidad.

La demostración más humana llegó este lunes de forma improvisada en la sala de prensa de la Ciutat Esportiva de Sant Joan Despí. Los representantes de los medios de comunicación que viajan a todos los partidos del Barça, siempre predispuestos al cachondeo, se han inventado un cántico en los aviones dirigido al '9' azulgrana: «`Molto contento!», entonado a ritmo futbolero. Se trata de la frase que más repite el sueco, un latiguillo en italiano (sigue expresándose así aunque está estudiando castellano) con el que arranca las mayorías de sus respuestas. Ayer se le escapó otra vez, dando lugar a las carcajadas de los presentes. El propio Ibrahimovic se rió con ganas. Y los periodistas suecos/as, que también las hay para alegría visual de los autóctonos, llamaron rápidamente a sus empresas: «¡A este tío nos lo han cambiado!».

Y todo eso tras una semana en la que circuló el rumor, lanzado por TV4 de Suecia durante la retransmisión del clásico Barça-Madrid, de que Ibrahimovic y Messi no se hablaban. «Me siento muy bien con él, es el justo 'Balón de Oro' porque ha hecho un año espectacular y seguro que los aficionados se divierten porque hacemos cosas increíbles», contestó, poniéndose serio para desmentir el rumor. Ciertamente, en Xerez, donde recibió una asistencia de Messi, y A Coruña se abrazaron continuamente y tuvieron muchos gestos de complicidad.

La clave del nuevo Ibra tiene un secreto que él mismo desvela: Guardiola. «Me habla claro y directo y me explica cómo quiere las cosas. Fue un gran jugador en el campo y me da mucha libertad en los partidos», comentó, especificando la diferencia entre el estilo de Pep y el de los técnicos que ha tenido durante cinco años en Italia: «Hace algunas semanas en Santander íbamos 0-3 al descanso y el míster nos animó a hacer más goles, algo que yo nunca había visto en mis cinco años en Italia. Allí basta con el 1-0. Aquí siempre se buscan más goles».

Margen de mejora

«Aún puedo jugar mucho mejor de lo que lo estoy haciendo», aseguró el sueco. «A veces he jugado estresado porque he tenido lesiones que me han impedido estar al cien por cien, pero cuando complete un mes sin lesiones todo irá mejor, puedo crecer más». Por supuesto, alabó al equipo que le ha acogido: «Cuando juegas con estos futbolistas, capaces de crear tantas ocasiones, sólo tienes que estar concentrado en marcar. Gracias a ellos, todo va bien, porque además me ayudan mucho en el día a día. Siento que estamos listos para ganarlo todo, pero paso a paso, como ahora, que nos jugamos seguir en la Champions en Kiev»».

Ibrahimovic , que no se fijó una cifra de goles (»sólo el mayor número posible») y que se queda con «el que marqué al Madrid por lo que significó», dejó clara su dedicación exclusiva en triunfar en el Barça al confirmar que deja temporalmente la selección sueca: «Por el momento no jugaré en el equipo nacional porque no estoy motivado, no hay partidos importantes ni el Mundial y así es muy difícil. Sería una energía que pierdo para nada, un sacrificio para nada. Lo que puede pasar en el futuro no lo sé, ya veremos qué sucede el año que viene».