Los uruguayos acuden mañana a las urnas, en las que ratificarán el triunfo de Mujica

En una segunda vuelta con final predecible, los uruguayos vuelven mañana a las urnas para elegir al presidente que gobernará este pequeño país en los próximos cinco años. La puja electoral se dirime entre el candidato más votado el 25 de octubre, el izquierdista José Mujica, y su rival de centroderecha, Luis Alberto Lacalle. La segunda ronda tuvo lugar porque ninguno alcanzó la mayoría. En la primera vuelta, Mujica obtuvo el 47,5% de los votos, frente al 28% de Lacalle. Y si bien en esta oportunidad Lacalle llega más fortalecido por el apoyo del conservador Partido Colorado no le alcanza para imponerse.

Las encuestas coinciden en que el favorito es Mujica, senador del izquierdista Frente Amplio que gobierna el país desde 2004. Los sondeos le atribuyen un respaldo que ronda el 50%, mientras que el candidato del Partido Nacional recibiría entre el 41% y el 43% de los votos. De todos modos, la diferencia parece insalvable. Mujica, un ex guerrillero tupamaro, de 74 años, sucedería así al actual presidente, Tabaré Vázquez, que se va con una imagen positiva de su gestión superior al 64%.

La estabilidad económica y financiera del país y la inversión del Gobierno izquierdista en asistencia social y educación dieron prestigio y confianza a la gestión de Tabaré Vázquez, un médico oncólogo de gran popularidad. Eso contribuyó a despejar los temores del electorado con respecto a Mujica, que tiene un pasado comprometido con la izquierda armada, aspecto de su historia que fue explotado por sus competidores.

Pero Mujica asegura que su Gobierno será una continuidad del de Vázquez. De hecho, el candidato a vicepresidente es Danilo Astori, que fue ministro de Economía de Vázquez y es considerado un dirigente muy moderado dentro de la coalición de izquierda. Mujica es de izquierda, pero no comulga con el estilo del venezolano Chávez.