Senadora Pajín

La designación de la socialista Leire Pajín como senadora autonómica por la Comunidad Valenciana, tras seis meses de incomprensibles aplazamientos consumidos en una bronca confrontación con el PP cierra un episodio de absurdo encono entre los representantes de los ciudadanos valencianos, cuyos intereses han quedado orillados en la pugna partidista. Las excusas esgrimidas, con dudas sobre la valencianidad de la aspirante o los errores técnicos de la presentación de su candidatura, no han sido más que subterfugios en una lucha indecorosa por poner zancadillas al adversario para cobrarse un escaño del Senado como factura por los conflictos políticos derivados de la moción contra el alcalde de Benidorm o la implicación de altos responsables del Govern en el caso Gürtel. La tardía rectificación del PP debería marcar dónde está el límite de la tentación partidaria de instrumentalizar los cargos institucionales.