Téllez funde en su último libro el mundo del periodismo con la poesía

Dice el periodista Juan José Téllez que su nuevo libro Poemas a toda plana, no es una antología, sino un juego. Que pretende ser un guiño a dos mundos habitualmente contrapuestos como pueda ser el de la poesía y el del periodismo, cuando a la prensa, a la radio, a la televisión y a las revistas digitales, hoy no sólo precisan de poesía sino de dignidad en su empleo y sus salarios; cuando las cifras de despedidos en los últimos meses contrastan con los beneficios que siguen acumulando buena parte de las empresas que gobiernan rotativas, micrófonos y platós.

Todo eso dijo ayer Téllez en la presentación de la obra, en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid, nada más empezar el acto, dando una patada al silencio. Luego volvió a la obra. Y pidió que nadie buscara en Poemas a toda plana rimas de Gustavo Adolfo Bécquer, himnos de Espronceda, troneras de Antonio Gala, fotopoemas de Rafael de Cózar o poemas de Andrés Trapiello o José Eduardo Jordá. «Se trataba de reunir versos con estética periodística, a la manera de cómo se estructuran las secciones de un periódico», aclaró.

El acto, que se enmarca dentro de la celebración del centenario de la Asociación de la Prensa de Cádiz, contó con la presencia del poeta Luis García Montero, quien firma el prólogo de la publicación, y con los presidentes de las asociaciones de la prensa de Cádiz y Madrid, Fernando Santiago y Fernando González Urbaneja, respectivamente.

Canción de Editorial

«Los titulares de primera página comienzan con una contundente e irónica canción de Pedro Guerra sobre el circo de la realidad, que a fin de cuentas es lo que solemos ofrecer en portada, cuando a veces tan sólo falta el socorrido pasen y vean», describe su autor.

Téllez se ha servido de Bertolt Brecht, Nazim Hikmet, Agustín García Calvo y Joaquín Sabina para apuntalar la idea de «que el periódico no suele hablar ni de ti ni de mí, y haría falta contar el yo y susurrar el nosotros».

Portada cuenta con Pedro Guerra. Y Opinión, con un epigrama de Luis J. Moreno «que bien mereciera aparecer en los rotativos nuestros de cada día». Que habla de admitir, como verdaderas, trozos de opiniones falsas. Internacional, con poemas de Benjamín Prado y de Abderrahman El Fathi.

Para Nacional, «hemos rescatado un poema de Uberto Stábile titulado España va bien. Porque el libro se mueve por el territorio de un periódico. Ya lo avisa Téllez.

«Bajo el epígrafe de Cartas al Director y Efemérides, hemos reunido versos que nos hablan de edades y de fechas. Desde lamentos de viudas de oriente escritos por Taban lo Liyong al derecho a réplica de Reinaldo Arenas, al resumen del siglo XX que parodiando más a Jorge Manrique que a Santos Discépolo nos propone Javier Krahe».

«En los tiempos que corren, permitirán que la sección de Economía y trabajo se centre fundamentalmente en el crack», avisa contundente. Ahí el periodista no podía fallar.

Del periodismo del bueno y del malo. El autor trazó ayer en Madrid una línea. A un lado, «aquellos que siguen intentando escribir a diario entre líneas de los intereses económicos, políticos o sociales, públicos o privados, que rigen los medios que les dan trabajo y que rara vez permiten asumir aquel viejo lema del periódico que siempre intentaban destruir los hermanos Dalton en las viñetas de Lucky Luke: Independiente siempre, imparcial nunca».

De otro lado, el periodismo que «se hace en la barra de los bares, en el autobús, en el metro, o en las reuniones familiares como evocaba Octavio Paz. Así que no nos puede resultar extraño que para Luis García Montero los periódicos sean largas noches de invierno. A través de las mesas camillas, circularon sucesos familiares, chismorreos que terminaron llenando luego la pequeña pantalla».

El telediario del rap

«Olvídate de las normas y el vocabulario/hoy en día el rap es el más fiable telediario entre la juventud». Los Violadores del Verso, con esta canción, también han aterrizado en Poemas a toda plana. Y Carlos Cano, con su definición sobre el cantautor «como un periodista con guitarra». Y Jarcha, «que a fin de cuentas fue un grupo lleno de cantautores», dice Juan José Téllez, «interpretó en su día la canción Libertad sin ira que supuso toda una editorial musical que acompañó a la aparición pública del Diario 16». El periodista ha servido de altavoz de todas estas versiones.