Alaska, en la imagen durante un concierto, quiso travestir a su Barbie. / AGENCIAS
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Tengo una muñeca...

Alaska la traviste, Carme Ruscalleda la convierte en cocinera, Rosa Tous le pone joyas y canas, en el homenaje dedicado a Barbie por las mujeres de su 'generación'

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Alaska, Ana García Siñeriz, Cristina Castañer y Rosa Clará tienen algo en común. Pertenecen a lo que se ha dado en llamar la 'Generación Barbie'. Desde que cumplió los cincuenta, la muñeca más famosa del mundo no para de recibir homenajes. El último ha tenido lugar esta semana en Barcelona. Cincuenta mujeres españolas, sobradamente reconocidas en su ámbito profesional, han querido rendir tributo a Barbie de la manera más divertida posible: jugando con ella. El resultado es una exposición de cincuenta versiones distintas, y muy personales, de la famosa muñeca de Mattel, que ahora se exhibe en el Pabellón Italiano de la Fira de Barcelona.

Por ejemplo, ¿alguien podría haberse imaginado a Barbie canosa? Rosa Oriol de Tous, famosa joyera catalana, sí. Ella misma decoloró y cortó el pelo de la muñeca que le tocó en suerte y le colocó unas pequeñas gafas, hasta dejarla a su imagen y semejanza.

No es así como la ve Alaska. Su personal homenaje son cuatro Barbies vestidas y pintadas como otros tantos famosos transexuales y transformistas a los que ella profesa gran devoción: Candy Darling, Divine, Amanda Lepore y Topacio Fresh.

En el polo opuesto se encuentra la elegante Barbie vestida de novia por Rosa Clará. La diseñadora catalana, aficionadísima a vestir muñecas en su infancia, ha realizado en esta ocasión un traje nupcial en raso de algodón y cuerpo palabra de honor con una falda de espectacular volumen realizada en organza de seda natural plisada artesanalmente.

Carme Ruscalleda se ha atrevido a llevar a la mundana Barbie a un terreno que no parece serle muy familiar: la cocina. Tras cortarle la melena y ponerle el delantal, la 'chef' catalana presenta a una Barbie «cocinera con un horario frenético y cronometrado al milímetro para llegar a todos los compromisos diarios, sociales, familiares y profesionales».

Para hacerle más soportable tanto trajín, la zapatera Cristina Castañer ha decidido diseñarle unas alpargatas. «Espero -dice- que se sienta encantada con ellas». Son alpargatas cómodas, pero también femeninas, porque Barbie es la muñeca más coqueta.