EE UU y la UE desactivan la esperanza palestina

Si los palestinos presentaran ante la ONU una resolución pidiendo el reconocimiento de su Estado, el texto «ingresaría cadáver, sería una pérdida de tiempo» porque Washington vetaría la declaración en el Consejo de Seguridad. Lo ha dicho alto y claro en Jerusalén el senador demócrata Ted Kaufman en un mensaje rotundo que ha hecho palidecer los comedidos rechazos que, la Casa Blanca primero y la UE después, han expresado en contra de la iniciativa palestina.

Concebida por la ANP como una huida hacia delante, una alternativa desesperada al malogrado proceso de paz con Israel, la expectativa de conseguir la creación de un Estado palestino con el voto de Naciones Unidas ha empezado a desinflarse aún antes de tomar consistencia. «No creo que estemos ahí todavía. Espero que en el futuro estemos en la situación de reconocer el Estado palestino pero primero tiene que haber uno, por lo que creo que es algo prematuro», eran ayer las palabras del ministro sueco de Asuntos Exteriores, Carl Bildt, cuyo país ejerce la presidencia de turno del Consejo Europeo.

El pronunciamiento provocaba la reacción del presidente palestino, Mahmud Abbas, que tras una entrevista con su homónimo egipcio, Hosni Mubarak, protestaba por la incomprensión internacional e insistía en su determinación de promover la iniciativa ante la ONU. «Sentimos que estamos en una situación muy difícil, ¿qué solución hay para nosotros? ¿permanecer así, sin paz? Por eso di este paso», defendía Abbas y recordó que la propuesta tiene detrás ya un acuerdo de la Liga Árabe.

Por su parte, el negociador jefe palestino, Saeb Erekat, expresaba todavía su confianza en que las palabras de Bildt no sean reflejo de la opinión de todos los países de la UE. Un objetivo insuficiente, en todo caso, una vez que el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Ian Kelly, ya había despejado el lunes por la noche que la postura de EE UU no va a ser secundar la vía rápida de Abbas, sino es seguir buscando el diálogo de paz. Y sin apoyo de Washington, no hay resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU que valga. «Nuestra posición es clara, decía el funcionario estadounidense, apoyamos la creación de un Estado palestino, pero pensamos que la mejor manera de lograrlo es a través de negociaciones entre las dos partes».

Reunión de Ramala

La oposición de la UE y de EE UU son un jarro de agua fría para la campaña que, tímidamente aunque de forma oficial, la Autoridad Nacional Palestina había emprendido el lunes reuniendo en Ramala a todos los representantes diplomáticos europeos para pedirles su apoyo al reconocimiento en la ONU de Palestina, dentro de las fronteras del 4 de junio de 1967 y con Jerusalén Este como capital. «Nos enfrentamos al momento de la verdad», había dicho el negociador jefe, Saeb Erekat en el encuentro.

Con el respaldo de los países de la Liga Árabe, las opciones para hacer prosperar una resolución en Naciones Unidas pasarían por obtener el beneplácito de los países de América Latina, de los llamados Estados No Alineados, además de algunos europeos y siempre EE UU, que ya parece descartado.