El accidente se produjo en una finca de este carril del extrarradio. / FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

Un niño de cinco años muere arrollado por su padre en un accidente en Vejer

El vehículo pasó por encima de la víctima cuando su progenitor dio marcha atrás y no vio que su hijo se había caído al suelo

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Un simple accidente acabó el sábado con la vida de un pequeño de cinco años en Vejer. La tragedia no sólo estuvo en la pérdida del niño sino también en la forma en la que murió: arrollado por su propio padre, quien no se percató de que su hijo estaba en el suelo cuando trataba de aparcar su vehículo en el interior de la finca familiar. La rueda trasera derecha del todoterreno pasó por encima de la cabeza del niño, quien no tuvo posibilidades de sobrevivir.

Sobre las cuatro de la tarde, el teléfono de la Policía Local sonó. La llamada procedía del centro de salud de la Oliva. Un pequeño acababa de morir por parada cardiorespiratoria derivada de graves lesiones en la cabeza. Lo había traído su padre, que desesperado les había contado a los facultativos que lo había atropellado por accidente.

Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil acudieron al ambulatorio, que poco a poco se fue llenando de personas conforme la noticia del óbito se fue extendiendo por el pueblo. El padre de la víctima había regresado de nuevo a su casa para recoger a su hija mayor, de once años, a quien había dejado sola al salir corriendo con su pequeño hacia el centro de salud. Cuando volvió, los agentes ya estaban reconstruyendo los hechos gracias a los testimonios de algún testigo y del personal sanitario. Fuentes policiales explicaron a este medio que el hombre tuvo que ser sedado y ni siquiera pudieron interrogarlo.

Según fueron encadenando datos supieron que este vecino de Vejer regresaba de hacer unas compras con sus dos hijos. Los tres viajaban en el vehículo familiar, un todoterreno Land Rover color blanco. La madre no estaba con ellos porque había viajado a su país natal, Alemania, para solucionar unos trámites. El matrimonio lleva viviendo unos ocho años en Vejer, en una finca situada en un carril de la Carretera de los Militares. El esposo, vejeriego de nacimiento, introdujo el vehículo en la finca y ya en el interior de la parcela, los dos niños decidieron bajarse del todoterreno para jugar con unos cachorros que tiene la familia, explicaron las mismas fuentes consultadas.

Una tragedia

El pequeño Rubén se puso a corretear con los perros hasta que se cayó. Mientras ocurría esto, el padre había comenzado a dar marcha atrás con el vehículo para aparcarlo y no se dio cuenta que su hijo estaba en el suelo. Sólo se percató de que algo fatal acababa de ocurrir cuando notó que el vehículo superaba un pequeño obstáculo. Paró el motor y al bajar se dio de bruces con la trágica estampa.

Desesperado y sin tiempo para una ambulancia, el progenitor cogió al pequeño y se lo llevó al centro de salud. El niño llegó sin apenas vida al ambulatorio. Sufría varias fracturas severas en el cráneo que no pudo superar.

Profesores y padres del colegio Divino Salvador donde estudiaba la víctima acudieron al centro tras recibir la noticia. Y desde allí llamaron a la madre del niño, quien tomó un vuelo urgente que aterrizó a las doce de la noche en Sevilla.

El cuerpo del niño fue trasladado al tanatorio de Servisa en Cádiz, donde ayer por la mañana estaba prevista la autopsia. La Guardia Civil ya ha entregado las diligencias a la jueza de Barbate que estaba de guardia el sábado. El informe ratifica que la muerte se debió a un terrible accidente.