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Reencuentro en Pekín

Ndesandjo, hermano por parte de padre del líder norteamericano, espera ansioso volverle a ver

PEKÍN Actualizado: Guardar
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Dentro de su trascendental gira por Asia, la visita del presidente de EE UU, Barack Obama, a China no sólo será la más importante por el ascenso internacional de este país, sino también por su componente emocional. Cosas de la globalización, el primer inquilino negro de la Casa Blanca, que nació en Hawai y vivió en Indonesia, tiene un medio hermano, Mark Okoth Obama Ndesandjo, que reside desde hace siete años en la sureña provincia industrial de Guangdong, y es hijo del padre de Obama y su tercera esposa, la judía Ruth Nidesand.

Cuando el actual líder de EE UU tenía dos años, su padre, Barack Hussein Obama, le abandonó junto a su madre, la blanca Anne Dunham, y se marchó a la Universidad de Harvard. Después conoció a Ruth Nidesand, que le siguió hasta Kenia y allí se casó con él cuando éste se divorció de su anterior mujer en 1964. Sin embargo, los problemas no surgieron por sus diferencias religiosas -Obama padre no era un musulmán practicante- sino por ser un borracho al que se le iba la mano cuando tomaba alguna copa de más.

Así lo cuenta Mark Okoth Obama Ndesandjo en su libro De Nairobi a Shenzhen, una especie de novela autobiográfica que presentó recientemente en China aprovechando la visita de su medio hermano. «Mi padre me pegaba y pegaba a mi madre. Cuando eres un niño y ves cómo tu madre es golpeada sin que puedas protegerla, se te endurece la piel», recordaba con lágrimas en los ojos Obama Ndesandjo, quien tenía ocho años cuando sus padres se separaron.

En su libro, el autor ha utilizado numerosos elementos de su vida para exorcizar los demonios del pasado y ajustar cuentas con las conflictivas relaciones con su padre, que falleció en accidente de tráfico en 1982. Al igual que Ndesandjo, que perdió su trabajo en una compañía de fibra óptica tras el 11-S, el protagonista de su obra, David, viaja de Nairobi a Shenzhen, una vibrante megalópolis fronteriza con Hong Kong, al enamorarse de una hermosa joven china.

Tras las palizas sufridas en su infancia, allí descubre la importancia de la familia y se embarca en proyectos caritativos. No en vano, Ndesandjo, dirige una asociación de ayuda a los huérfanos y está casado con una china de la provincia de Henan, que presentará al presidente de EE UU cuando ambos se reencuentren en Pekín.

Ndesandjo, que recuperó el orgullo de apellidarse Obama cuando su hermano se convirtió en el presidente de EE UU, estará feliz de volver a verle porque «somos una familia y le quiero».