ESPAÑA

Batasuna, 30 años de sumisión a ETA

La izquierda 'abertzale' intenta sortear el cierre de su marca y busca nuevas vías para ser legal

MADRID Actualizado: Guardar
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ETA la parió y ETA la mató. Batasuna, trasunto de Herri Batasuna y Euskal Herritarrok, el brazo político de la izquierda abertzale, nació en 1979 y feneció en 2009. Una existencia de 30 años. Vino a la vida con un pecado original, su absoluta sumisión a ETA, y con el mismo expiró. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo firmó el acta de defunción el pasado 30 de junio, y esta misma semana remachó su decisión. El partido, sin embargo, ya estaba herido de muerte por el Tribunal Supremo, que ordenó su ilegalización hace seis años, decisión avalada a continuación por el Constitucional.

Herri Batasuna fue fruto de la coalición de cuatro partidos que dio sus primeros pasos hace tres décadas y se presentó en sociedad en la localidad navarra de Alsasua. Se presentó a las elecciones generales de 1979, y aquel test se saldó con 172.000 votos y tres escaños en el Congreso. La criatura mostraba buena salud. Con altos y bajos, más de los primeros que de los segundos, mantuvo una intensa actividad pública, siempre bajo la tutela de ETA, en los años ochenta y noventa.

Una de las fuerzas fundadoras, HASI, intentó zafarse del yugo terrorista en 1988 y dar a la formación una impronta socialista y desligada de la violencia. Perdió la batalla ante la presencia disuasoria de las armas y sus promotores, purgados. Todos los que después intentaron avanzar por ese camino tuvieron suerte similar.

Herri Batasuna intuyó ya en 1998, un año después de la detención de su Mesa Nacional por orden de Baltasar Garzón, que venían malos tiempos y se disolvió para resurgir en Euskal Herritarrok. Aquella refundación, como la que se produciría años después, estuvo motivada por el temor a una ilegalización. La izquierda abertzale siempre ha temido la utilización de esta herramienta jurídica por parte del Estado, de ahí su sorpresa por que no lo hubiera empleado antes. Cuando volvió a olfatear que venían mal dadas, en 2001, enterró a Euskal Herritarrok y alumbró a Batasuna.

Pero su suerte ya estaba echada. El PP impulsó, y el PSOE acompañó, la ley de partidos que estableció en 2002 el marco jurídico para la ilegalización de las fuerzas que colaborasen con terroristas. La norma se aplicó con todo su peso sobre Batasuna el 28 de marzo de 2003, el Supremo ordenó ese día su expulsión del jardín democrático. Fue uno de los frutos amargos que siguieron a la tregua fallida de 1998.

Los satélites

Pero no sólo fue la ilegalización de la organización matriz, también están proscritas los satélites: Jarrai, Segi, Askatasuna, Gestoras, y hasta el Partido Comunista de las Tierras Vascas y Acción Nacionalista Vasca, camuflajes electorales de Batasuna en 2005 y 2007.

La izquierda abertzale, sin embargo, no se quedó de brazos cruzados ante su proscripción, y sus esfuerzos por presentarse a las diferentes elecciones fueron dignos de mejor causa. Lo intentó, y fracasó, con las candidaturas de Sozialista Abertzaleak, Autodeterminaziorako Bilgunea, Herritarren Zerrenda, Aukera Guztiak y Abertzale Sozialisten Batasuna; tuvo mejor suerte, en cambio con el PCTV y ANV e Iniciativa Internacionalista, que lograron presentarse a comicios autonómicos, municipales y europeos.

El entorno de ETA, sin embargo, no desiste. La conformidad europea a su ilegalización en España no ha sido el golpe definitivo. Aunque la marca Batasuna quedará para el recuerdo, dos sectores tratan de organizar una fuerza legal para concurrir a las elecciones municipales de 2011. Uno, con el aliento de Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga, no se atreve a pedir a ETA que acalle las armas y sólo culebrea con alusiones a escenarios sin violencia; otro, sin nombres identificables, parece más rotundo y aboga por el final de la violencia para normalizar la presencia pública de la izquierda abertzale. Unos y otros tienen un problema. El Gobierno dice estar escaldado y, tras el fiasco de la tregua con el atentado de la T-4 y la permisividad no correspondida con el PCTV y ANV, asegura que será inflexible con todos los intentos de camuflaje.