Plantilla y dirección de Oetiker acuerdan tres años más de actividad

El comité de empresa y la dirección de Oetiker, la multinacional suiza de piezas de automoción, han alcanzado un acuerdo para la continuidad de la planta portuense y la conservación de sus 77 puestos de trabajo. El compromiso comprende la permanencia de la actividad a tres años vista, la congelación de los sueldos de los empleados durante el mismo periodo de tiempo y el cumplimiento de un catálogo de objetivos de calidad y productividad.

Los trabajadores de Oetiker ya tienen motivos para respirar tranquilos. La conservación de sus empleos, de momento, está garantizada a falta de la rúbrica del acuerdo alcanzado la pasada semana con la empresa. Las conversaciones se iniciaron después de que la multinacional diera marcha atrás con su intención de cerrar la fábrica portuense y de que retirase el Expediente de Regulación de Empleo que había presentado en la Junta de Andalucía. Entonces, el comité de empresa pidió la elaboración de un plan de viabilidad que avalara la continuidad de la actividad para garantizar que el movimiento positivo de la empresa no se quedara en una maniobra estratégica para que los trabajadores bajaran la guardia abandonando las movilizaciones.

Flecos pendientes

El presidente del comité, José María Guerrero, aseguró que la mesa de diálogo ha dado sus frutos y que, a falta de unos flecos pendientes, el acuerdo contempla las principales demandas de los trabajadores. Guerrero dijo que «es lógico que la empresa nos pida un esfuerzo con la condición de continuar, pero nosotros queremos sacar adelante nuestras peticiones porque tenemos miedo al engaño». A este respecto, el comité ha solicitado a la empresa que se comprometa a no trasladar ninguna máquina desde la planta portuense a las otras fábricas que posee en Alemania y Suiza. Por contra, desean que se efectúe una inversión de 600.000 euros para acometer mejoras en la planta durante el próximo año. Por otro lado, también pondrán sobre la mesa su petición de que se abra una bolsa de trabajo para acoger a todos los compañeros que salieron de la empresa a raíz del ajuste de plantilla que efectuaron ellos mismos hace un año con el objetivo de adaptarse al descenso de la productividad.

No obstante, Guerrero dijo que «estas cuestiones que aún no están atadas no impedirán la firma del acuerdo. La empresa tendría que adoptar una postura muy radical para que nos echáramos atrás». Así las cosas, el comité convocará esta semana una asamblea a fin de dar a conocer a la plantilla los pormenores del pacto antes de su rúbrica final, para la que desean contar con la presencia del consejero delegado sueco, y no del abogado que le ha representado durante la negociación. Entre tanto, prevén firmar un preacuerdo y continuar trabajando con normalidad.

Del mismo modo, el comité también quiere efectuar la firma en el seno de la delegación provincial de Empleo y contar con la presencia de su máximo responsable, Juan Bouza, quien ha actuado como agente mediador entre las partes desde el inicio del conflicto, hace aproximadamente un mes.