Camps, momentos antes del comienzo del pleno en las Cortes valencianas. / EFE
ESPAÑA

El PP teme que Camps sucumba a la presión y pierda los papeles por 'Gürtel'

El 'president' acusó al PSPV de desear su muerte y después se disculpó

MADRID / VALENCIA Actualizado: Guardar
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La presión política, personal y mediática que ha recibido Francisco Camps desde que surgió el escándalo del caso Gürtel puede poner en peligro la estabilidad emocional del presidente de la Generalitat Valenciana o, al menos, eso teme su partido, que atribuye a los excesos de la oposición la salida de tono del líder en su respuesta de ayer al portavoz del PSOE. En la sesión de control al Gobierno en las Cortes, el socialista Ángel Luna tildó al político popular de «cadáver político» y el president replicó al diputado del PSPV: «A usted le encantaría coger una furgoneta, venirse de madrugada a mi casa y por la mañana aparecer yo boca abajo en una cuneta».

Tal respuesta sorprendió hasta en las filas populares. Fuentes del PP valenciano asumieron que el presidente valenciano cometió un error y dio a su oponente una contestación políticamente incorrecta, pero le disculparon. El portavoz parlamentario, Rafael Blasco, salió al quite tras las palabras del presidente y acusó a Luna de haber «puesto de los nervios» a su interlocutor. Fuentes cercanas a Camps aseguran que está siendo muy presionado desde que saltó el caso Gürtel, pero que se encuentra mejor desde que el Tribunal Superior de Justicia Valenciano sobreseyó la causa por el regalo de trajes y ahora intenta recuperar la normalidad en su actividad, alterada por su imputación.

La Ejecutiva Federal del PSOE exigió al presidente valenciano una rectificación o la dimisión de todos sus cargos, mientras distintos portavoces declaraban que Camps «ha perdido el juicio» y está «incapacitado» para seguir en el poder. Horas después, el líder valenciano se disculpaba públicamente. «Me gustaría pedir disculpas -dijo- si he herido la sensibilidad de alguien, que entiendo que pueda ser así, por la frase de esta mañana en el calor del debate parlamentario». Pidió idéntica actitud al PSPV por «los insultos y calumnias que han proferido a mi partido y a mi persona, estos meses».

En las filas populares existe una creciente inquietud por el comportamiento del líder valenciano, al que consideran a punto de sucumbir a la tensión y perder los papeles, a la vista de sus muchas declaraciones incoherentes.

En efecto, ésta no era la primera vez que Camps atribuía a los socialistas deseos perversos porque, en una reunión con diputados, les comentó que el PSOE quería verle «gaseado» porque la reconquista del poder para el PP había comenzado en Valencia. Parlamentarios que conocen bien al 'barón' valenciano aseguran que en la polémica frase se refleja su obsesión mística porque alude al suplicio de San Pedro («Que también quiso ser crucificado boca abajo como gesto de humildad ante Jesucristo») y a la Guerra Civil («Rememora la muerte de Calvo Sotelo»).

El PPV culpa al PSPV porque «sus insultos son tantos que resulta insoportable y él ya no puede más». «La tensión tiene que salir por alguna parte», alegan. Es cierto que, no hace mucho tiempo, Ángel Luna acusó a Camps de estar «incapacitado» y «enajenado». De hecho, ayer dijo que si antes hablaba de su «enajenación política» ahora se replanteaba «el adjetivo que le puso al sustantivo».

La dirección nacional guardó silencio tras el incidente y un portavoz oficial dijo que el partido «no comenta» sus declaraciones. Pero dirigentes temen que la polémica altere la Convención Nacional que se abre hoy en Barcelona. «Vamos a hablar de centrismo y él nos sale con los paseíllos», se lamentan.