Pedrosa remata un día de récords con pleno de triunfos y seis podios españoles

Entregado, concentrado, obsesionado con ganar, Pedrosa remató un gran premio histórico con la tercera victoria española de la jornada. El líder de Honda firmó un día inolvidable, comenzado con el éxito de Simón en 125 c.c. y calentado con el triunfo de Héctor Barberá en 250. Un final 'de campeonato' que advirtió de la reacción que HRC prepara para acabar con el monopolio de Rossi y de Yamaha. Un colofón del Mundial que rayó el disco del himno hispano, que presenció seis banderas rojigualdas de las nueve colocadas en los podios y que dejó sordos a los 94.177 espectadores con las tracas de fin de curso. El motociclismo español alimentó otra plusmarca de traca.

Pedrosa disfrutó de su tercer triplete. Ha sido protagonista en todas las gestas del siglo XXI. Rubricó un año sensacional de pilotos españoles, que establecieron dos nuevas marcas: alcanzaron por tercera vez 22 victorias (ya sucedió en 1988 y 2006) y sumaron 72 podios. El anterior récord era de 55, en 2007.

Stoner cae sin empezar

Pedrosa encendió la mecha desde la arrancada. Es su especialidad de los últimos tiempos, con la máquina de 800 centímetros cúbicos, tras años de sufrimiento con la moto de 990, demasiado grande para su estatura. La ausencia de Stoner en la carrera, que cometió un error garrafal al caerse en la vuelta de calentamiento, facilitó su tocata y fuga, porque el australiano partía con el mejor crono y era su principal enemigo en este gran premio.

El nen de Castellar del Vallés salió como una bala y ya no tuvo que mirar a nadie. Elías taponó a Rossi y a Lorenzo y, cuando los dos contrincantes de Yamaha se deshicieron de Toni, supieron que era imposible cazar al número 'tres'. Volaba más rápido que ellos.

Olvidada la cacería de su compatriota, misión imposible, Lorenzo quiso superar a su colega de escudería. Cuando forzó el ritmo se dio un susto en una curva que frenó sus intenciones. Se salió del chasis y todo su cuerpo, descabalgado, cayó sobre el depósito de gasolina. Se hizo bastante daño en los testículos y saltó el airbag. «Me hice daño en las balls», explicó ante Pedrosa y Valentino, que se reían junto a la prensa aunque el suceso fuera tan doloroso. Además, corrió inflado por el airbag durante veinte segundos. En ese incidente perdió todas las opciones de provocar con su M1 a Rossi.

El podio estaba claro desde que el cuarteto se transformó en terceto, por la espantada de Casey. En Ducati no querían ni pensar si el australiano se hubiera jugado este domingo la corona.

El fracaso del referente de la fábrica roja fue un fiasco que tuvo como contraste la exhibición de Ben Spies con la Yamaha. El triunfador del Mundial de Superbikes se estrenó en MotoGP con una magnífica séptima posición, por delante de la Honda oficial de Dovizioso. Su seguridad y su trazada por el sitio debido gustaron a los profesionales de la carpa ambulante.

Polémica despedida

Elías, sexto, también era felicitado. Con la Honda de Gresini volvió a batir a la HRC oficial de Dovizioso. Toni abandona la cilindrada reina por falta de máquina. Militará en el equipo de Gresini en Moto2, aunque Sito Pons dice que firmó con él para correr en su grupo de esa nueva categoría. Se barrunta una demanda judicial de Sito.

No menos agresivo era el punto y final del gran circo de la primera división de este deporte. Acabada la fiesta del World Champion, bebidos todos los cavas por las tres victorias, los seis cajones y los hitos de los españoles, Dani, Valentino y Jorge anunciaron que este lunes, sin descanso, comienzan su nueva batalla.