ESPAÑA

Los piratas rebajan su exigencia y ahora piden que los detenidos vuelvan a Somalia

Moratinos viaja a Nairobi para reunirse urgentemente con el primer ministro somalí y el embajador en Kenia y acelerar las gestiones

ENVIADO ESPECIAL. VICTORIA (SEYCHELLES) Actualizado: Guardar
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La tensión por el secuestro del Alakrana, que lleva 37 días en poder de piratas somalíes, se amortiguó el viernes con el regreso a bordo de los tres hombres trasladados a tierra, pero ayer se volvió a la incertidumbre. En la confusión de las comunicaciones se ignora, por un lado, si sigue vigente el ultimátum de tres días dado por los piratas para que liberen a sus dos compañeros detenidos en Madrid, con la amenaza de matar hoy a tres tripulantes. Por otro, los secuestradores continúan dando bandazos: ayer no pidieron la entrega de los dos arrestados, sino que en una llamada al armador del buque rebajaron sus pretensiones a que sean extraditados para ser juzgados en Somalia. Es también una solicitud ambigua, pues habría que decir primero en qué parte de Somalia, un país caótico y fraccionado en zonas de poder. Además, en Puntland, la parte norte y más estable, se condena duramente a los piratas. Con este cuadro general, lo más relevante de ayer fue el anuncio de que el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, viaja hoy a Nairobi para una «reunión urgente» que puede acelerar las negociaciones. Es una primera señal de que algo se mueve.

También hay novedades en Seychelles, base de la flota española del Índico, donde se siguen con angustia las noticias sobre el 'Alakrana'. Los atuneros que aún seguían sin protección de seguridad privada, por tener bandera española y esperar un acuerdo definitivo sobre la cuestión con el Gobierno, han acelerado las gestiones y contarán también con soldados de fortuna a partir del jueves. Según el acuerdo firmado ayer por las cuatro compañías pesqueras que operan en el océano Índico, un total de 52 soldados privados españoles, la mayoría ex-militares, se embarcará en grupos de cuatro en los 13 barcos de pabellón español. Llegarán el jueves en un avión desde Madrid, con escala en Alicante, junto con el armamento pesado autorizado recientemente por el Ejecutivo español.

Defensa, que se ha negado desde el principio a enviar militares a bordo de los atuneros, como ha hecho Francia desde julio, ofreció la alternativa de la seguridad privada. No obstante, en principio sólo autorizó agentes con pistolas y un rifle, dotación insuficiente para los armadores, y las negociaciones y controversias han ido retrasando el despliegue hasta ahora.

Los armadores han presionado para poner en marcha cuanto antes la operación, pues con la garantía de la seguridad militar esperan salvar al menos el último mes bueno de la campaña, que quizá se alargue a diciembre por el menor número de capturas de estos meses convulsos. La situación se veía muy bien ayer en el puerto pesquero de Victoria, la capital del archipiélago africano. Los ocho barcos de propiedad vasca pero con bandera de Seychelles, que por tanto son ajenos a la ley española, embarcaron soldados privados de varios países, principalmente británicos, hace ahora un mes. Estos días han llegado cargados hasta los topes, como no hacían desde hace meses, porque ahora pueden acercarse sin temor al límite de las aguas territoriales de Somalia, donde están los mejores caladeros. Ayer llegaba al puerto un responsable de Pilgrim, la compañía local de seguridad, para recoger a cuatro de sus hombres.

Desprotegidos

En cambio, los de bandera española, que siguen desprotegidos y no se aventuran tan lejos, llegan con las manos vacías. «Nada, no hemos pescado nada, a ver si vienen los soldados de una vez», decían ayer dos marineros del 'Izurdia', que acababa de atracar en el muelle. Bastaba mirar el horizonte y se comprobaba que había una aglomeración fuera de lo normal. Cuatro atuneros españoles en puerto y otros cinco en la bahía. Unos descargaban, pero los otros aguardan la llegada de los nuevos soldados privados. El miedo les ha llevado a puerto. Por último, se veían tres naves francesas, que están tranquilas con sus militares desde julio y a partir de entonces se han llevado toda la pesca. A las doce del mediodía, en solidaridad con la concentración celebrada ayer en Bermeo, toda la flota atunera hizo sonar al unísono sus sirenas.

Ante la presión popular, el Gobierno asegura que está redoblando sus esfuerzos y en esa línea, dentro del frente diplomático, supone una novedad el traslado en persona de Miguel Ángel Moratinos a Nairobi. El ministro de Exteriores se reunirá con el embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto, y el primer ministro somalí, Omar Abdirashid Ali Sharmarke. Martín Cinto es el hombre que ha llevado la negociación, junto al armador del buque, que se halla en Nairobi, y agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). La presencia del primer ministro somalí se debe a que puede influir a través de los canales de clanes en las bandas que tienen en poder a los rehenes. Moratinos dijo ayer que la reunión servirá para elaborar «algunas actuaciones». También detalló que «se sigue negociando», pues el proceso «no se ha roto».