CÁDIZ

El Ayuntamiento teme que se caiga el convento de Santa María

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Han pasado cuatro años desde que las monjas del convento de Santa María abandonaron el edificio y se trasladaron al de Feduchy temporalmente y tres y medio desde que se eligió el proyecto para rehabilitar el edificio e integrar allí 26 viviendas.

La situación del inmueble era tan malo que el traslado se hizo por cuestiones de seguridad, con la idea de empezar en un plazo prudencial la rehabilitación. Pero transcurrido ese tiempo aún no han comenzado la obra y el Ayuntamiento teme que los problemas del convento hayan ido a más y por eso ha ordenado una inspección técnica de la edificación. Un paso que no es una cuestión de trámite, ya que del informe se derivará si es necesario realizar obras de urgencia o no y en el caso de que éstas no se ejecuten, tras un largo proceso burocrático, podría entrar en vías de expropiación.

«Si la Junta está esperando a que se caiga, que lo diga», señaló ayer la alcaldesa, Teófila Martínez, tras anunciar la medida. Martínez se quejó de que «la delegada de Vivienda, Silvia López diga que todo está estupendo y quiere que le pongamos un monumento por lo que no ha hecho en la ciudad». La edil criticó que «se anuncie una actuación a bombo y platillo y luego no se haga alegando que el propietario no quería poner más dinero o que la constructora ha quebrado». La alcaldesa recordó que «si pasa algo van a decir que la culpa es del Ayuntamiento».

La única manera de comprobar el estado en el que se encuentra el convento, dijo, es entrar allí y eso es lo que harán los técnicos.

La delegada de Vivienda de la Junta, Silvia López, aplaudió la iniciativa del Ayuntamiento de enviar una inspección. «Me parece bien que lo hagan pero también me parecería bien que enviaran a los técnicos a montones de fincas que están en mal estado», dijo. La delegada socialista recordó que el convento está deshabitado pero agregó que «muchas de esas casas que tienen problemas sí tienen vecinos». «Parece que han aprendido de lo que pasó en Paco Alba, 5», manifestó López en referencia a la finca que sufrió un derrumbe y tuvo que ser desalojada. Ese caso fue uno más de los que enfrentó a Junta y Ayuntamiento.

«No se ha paralizado»

Desde la Junta de Andalucía, se niega que el expediente haya estado paralizado y recuerdan que el primer ‘papel’ que recibió el Ayuntamiento es del 28 de enero de 2008, que es cuando se solicitó la cédula urbanística al Ayuntamiento, para saber cuál era la situación de la finca. Dos meses más tarde, se entrega el estudio previo a la Comisión Local de Patrimonio, que informa favorablemente, pero en mayo pide que se anexen los alzados del futuro edificio. Finalmente, el diseño de cómo quedarán las fachadas se presenta el 24 de julio de 2008 y un día más tarde la Comisión lo autoriza.

La licencia de obra, recuerdan desde la Delegación de Vivienda, se pidió el 16 de octubre de 2008 teniendo ya el proyecto básico y es cuando el Ayuntamiento le pide entonces una copia de ese proyecto para el Consorcio de Bomberos. Fuentes de Vivienda explicaron que fue entonces cuando se presentó otro problema, porque el Ayuntamiento notificó en diciembre del año pasado un informe desfavorable del Consorcio de Bomberos en materia de seguridad.

El arquitecto del proyecto, Francisco Torres, gestionó los cambios para subsanar las deficiencias (que se centraban en una boca de agua que debía colocarse en otro lugar) con el Consorcio y Aguas de Cádiz.

Lo cierto es que el proyecto de ejecución está ya terminado, según Vivienda y falta sólo visarlo ante el Colegio de Arquitectos.

El siguiente paso será ponerse de acuerdo con la propiedad, es decir, con la congregación de monjas que vive allí, para empezar las obras. Antes, la comunidad religiosa tendrá que aportar tres millones de euros, lo cual no será un problema, según dijeron, porque disponen de esa cantidad.