Las Aletas

Ja, ja, ja, ja, já... que gracia que tiene este cuplé... ja, ja, ja, ja, já... que se ríe hasta el mismo Moret. Eso decía el estribillo del coro Robin y sus Arqueros, en el año 1952, y desde luego hasta el paisano Moret, en su condición de guardia urbano en la explanada del puerto, habrá esbozado una tímida sonrisa, aunque la cosa no sea como para reírse, por la decisión del Tribunal Supremo de paralizar el proyecto de Las Aletas.

«Proyecto Estrella» para la expansión de la Bahía de Cádiz auspiciado por el Gobierno Central y la Junta de Andalucía, que estaban seguros y confiados, que la puesta a punto marchaba sobre dos ruedas. El tiempo ha demostrado que desde el año 2007, que fuera aprobado por el Consejo de Ministros, hasta octubre de 2009 las ruedas del vehículo oficial estaban erosionadas y el coche ha quedado volcado en la cuneta.

Lo verdaderamente sorprendente es que, tres días antes de la sentencia del Supremo, las tierras del polígono fuesen tomadas por una legión de camiones que, sin pérdida de tiempo, comenzaron a desbrozar los terrenos haciéndonos ver a todos que la cosa iba bastante en serio por esta vez. Que todo estaba saliendo perfecto conforme a los planes preconcebidos por expertos y futurólogos de ambos gabinetes.

Se mire por donde se mire, la noticia no es nada buena para el conjunto de la Bahía y, como se suele decir, «por sapo, sapito y sapé, una vez más, lasa casa sin barrer». Y lo que es infinitamente peor, destrozan nuestras esperanzas y los estómagos se rebelan. es imprescindible buscar soluciones urgentes para este engorroso problema que como bien decía el coro de carnaval... «que gracia tiene ese cuplé». El cuplé de Las Aletas.