Será remozado. / L. V.
CHICLANA

Un barrio más decente

La colocación de ascensores en los pisos de la barriada de Santa Ana, último paso para la rehabilitación de esta zona

CHICLANA Actualizado: Guardar
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Allá por la década de los 60 la barriada de Santa Ana era una de las zonas de crecimiento natural de la localidad. Cientos de parejas jóvenes se instalaban en la zona, situada a las faldas de la ermita del mismo nombre que da imagen a Chiclana, y comenzaban a trazar una vida de lucha diaria en plena posguerra.

Años después, esta popular barriada pedía a gritos mejoras, que se iniciaron hace unos años, y cuyas molestias llevan soportando estoicamente los vecinos desde entonces.

En concreto hay en marcha dos proyectos de rehabilitación de la barriada de Santa Ana, pero sin duda, la colocación de los ascensores en los pisos de la calle Carabela la Pinta, la primera en recibirlos, es el verdadero punto de inflexión para su futuro más próximo.

En el entorno conviven unos 200 inmuebles. La constructora Galvín y Fresno abandonó las obras que tenía adjudicadas hace año y medio, y la modernización del barrio se interrumpió bruscamente.

Hace seis meses el Gobierno municipal desatascaba el problema, y adjudicaba los trabajos a otra firma, Islecons, por importe de 1,3 millones de euros; los vecinos veían el final del túnel.

A esta actuación se suman además la puesta en marcha de mejoras de urbanización, acerado y señalización en la barriada, con un presupuesto estimado en 480.000 euros y fondos del Plan E, que también están a punto de ser una realidad. Ambas actuaciones supondrán un lavado de cara profundo a una de las barriadas más queridas de la ciudad, que podrá seguir presumiendo de su amplia historia.