Testigos del pasado

El arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura de Sevilla José Manuel Aladro Prieto ofreció el pasado jueves una interesante conferencia sobre el Jerez monumental. Su conferencia, enmarcada dentro del I Aula de Historia de Jerez y organizada por el Centro de Estudios Históricos y por la Fundación Teresa Rivero, estuvo basada en un paseo por la ciudad teniendo como referente el patrimonio monumental de la ciudad.

Afirmó Aladro que «los monumentos son también documentos relevantes de la historia de Jerez y por tanto nos hablan y nos aclaran muchas dudas del pasado». Como tales, estos elementos patrimoniales nos indican cómo se configuraban los espacios urbanos y, por tanto, cómo era la vida de nuestros antepasados y su estructura social.

El profesor Aladro quiso hacer especial hincapié en varios apartados monumentales de Jerez. Las murallas como elemento dinamizador de la estructura urbana del Jerez medieval, la época renacentista con la construcción de palacios y edificios civiles -pongamos por caso el palacio Riquelme o el actual Cabildo-, los conventos e iglesias extramuros -en la época del siglo XVII en la que Jerez fue llamada como la ciudad convento- los molinos de aceite y su importancia económica en el siglo XVIII y la ciudad bodeguera con su eclosión en el siglo XIX.

Además, también quiso subrayar la importancia de la arquitectura de autor que se desarrolló en la ciudad de Jerez en la época de los años setenta y la construcción de edificios de la importancia de bodegas Internacionales, la gran bodega del Tío Pepe, la bodega de Garvey o la conocida bodega de Las Copas.

Hizo una especial valoración de nuestro patrimonio monumental y abogó por seguir con una línea de estudio de determinados elementos arquitectónicos que «todavía no han sido debidamente leídos y que a buen seguro guardan muchas sorpresas de cara a la revisión de lo que fue nuestra ciudad en el pasado».