El trazado de la polémica

Los vecinos del Parque Atlántico fueron los primeros en poner el grito en el cielo. Luego fueron los de El Altillo. Después, el colectivo de usuarios de bicicletas Bicijerez. Y, por último, dos partidos políticos, PP y PSA. Cada uno aporta sus propios argumentos, pero todos coinciden en criticar el trazado del carril bici que se está habilitando entre Alameda Cristina y la avenida Andalucía, a la altura de Hipercor.

El caso de El Altillo quizá sea el más llamativo. El ejemplo de Juan Domínguez sirve para ilustrarlo. Vive en un adosado y cuenta que una mañana se topó con la sorpresa de que el trazado del carril bici -aún en obras- pasa a un metro escaso de la fachada de su casa. Se queja de que nadie les consultó ni les informó de ello previamente y asegura que las molestias que sufrirán «son evidentes». Sobre todo a la hora de acceder a su vivienda. «O a la de meter o sacar el coche del parking», apunta.

Los vecinos de la zona no tardaron en protestar y pedir al Ayuntamiento que modificase el trazado para alejarlo de las fachadas de sus casas. La respuesta, sin embargo, ha sido negativa y el Consistorio se mantiene en sus trece, lo que ha provocado que aumente considerablemente el malestar de lo afectados, que no descartan «otro tipo de iniciativas» para lograr su objetivo.

Un peligro

El PP, primero, y el PSA después, han alertado sobre la posible ilegalidad del recorrido del carril bici. El colectivo Bicijerez no ha querido llegar tan lejos, pero sí coincide a la hora de señalar el peligro que supone el mismo. Y es que, según afirma, el ciclista se verá «desprotegido» y en «situación de riesgo» al no existir una separación física con el carril de circulación de vehículos.

La entidad también ha reclamado que, en el futuro, los trazados que se proyecten coman espacio a los viales destinados al tránsito de vehículos de motor en vez de a los peatones, como está sucediendo ahora con los tramos que se están habilitando en la avenida Álvaro Domecq y a la altura de El Altillo.