Juande y el estilo 'sargentil'

Juande Ramos ha sido despedido. ¿Otra vez? Sí, otra vez. ¿Pero dónde estaba entrenando ahora? En Rusia, al CSKA Moscú. ¿Y qué se le ha perdido a Juande en Rusia? Pues lo mismo que en Londres cuando dejó el Sevilla para entrenar al Tottenham. Seguro que este breve diálogo se repite varias veces esta semana entre los aficionados al fútbol.

No sé si será cosa de Paco el Brujo, el mismo que amenaza con retirar de los terrenos de juego a Cristiano Ronaldo, pero desde que el manchego dejara tirado hace exactamente dos años y un día al Sevilla, cuando apenas habían transcurrido unas jornadas de Liga, Juande no levanta cabeza.

Al más puro estilo de Jorge, el Gran Hermano que se preguntaba de forma enconada quien le ponía la pierna encima, el que se postulaba como uno de los entrenadores más brillantes del fútbol español decidió arriesgar su carrera por convertirse en el entrenador mejor pagado del mundo, con 6,5 millones de euros netos por temporada. Y le salió cruz el experimento.

Juande desembarcó en la Premier League con un estilo de trabajo autoritario, en el que la disciplina era el único camino hacia el éxito, y se saltó a la torera el estilo de vida que suele llevar el futbolista inglés. Intentó imponer sus ideas en lugar de adaptarse a su nuevo hábitat y salió escaldado. No hay nada peor para un entrenador que tener en contra a la plantilla -que se lo digan a Abel- y los rusos del CSKA ya estaban avisados sobre los métodos que se gasta el bueno de Ramos.

El estilo 'sargentil', que diría mi santa mujer, ya no se estila. Ahora se lleva la psicología de Pep, la verborrea de Míchel, figuras que ejerzan de profesores y padres, ídolos a los que adorastes no hace mucho tiempo y con los que irías al fín del mundo. Incluso a Rusia.