LUJÁN ARGÜELLES PRESENTADORA

«Cuando me veo por televisión me siento menos guapa de lo que creía»

Cumple 300 emisiones al frente de 'Password', programa que compagina con 'Granjero busca esposa' en Cuatro

COLPISA MADRID Actualizado: Guardar
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Su simpatía y naturalidad ante las cámaras han trascendido, y quizá por eso le han concedido a Luján Argüelles una Antena de Oro como mejor presentadora. Esta asturiana de 32 años, amante de la vida en el campo, cumple trescientos programas al frente de Password, concurso de Cuatro que combina con la presentación del reality Granjero busca esposa. Ella se mantiene sin cifras millonarias de audiencia pero exigente con su trabajo. La audiencia sí importa, por eso reconoce que se vuelve loca si suben o bajan las curvas de tendencias.

-Trescientos programas de Password es un lujo en una televisión competitiva donde muchos programas caen, entre ellos concursos.

-El mundo de la televisión es una locura: las audiencias a mí me vuelven loca y aguantar tanto tiempo es un logro porque ahora mismo hay programas que salen y se van. Echo la vista atrás, pienso en la cantidad de espacios que empezaron y terminaron a renglón seguido y me entran los siete males. Es una lucha. Soy muy exigente con mi trabajo y así como otros compañeros me dicen que no las miran, yo cada mañana me levanto y voy a ver cómo ha ido la curva de audiencia, por qué bajan o suben los programas.

-¿Por qué se mantiene Password?

-Aguanta y lucha como puede, el pobre, porque es muy fácil jugar con el programa y engancharse enseguida. A los adolescentes les parece muy divertido. Un día vi en un parque a unos chicos haciendo botellón y jugando a Password.

-Los concursos se ven antes y a la hora de comer, y por la tarde, pero han desaparecido del horario estelar, pese a algún intento como Mi familia contra todos.

-La sociedad ha evolucionado mucho y experimentamos un cambio sociológico que al final se refleja en la televisión. Las familias ya no son lo que eran y la televisión tiene que ofrecer otros formatos que cubran sus expectativas.

-Estudió Historia y Piano, pero enseguida dio el salto a la radio ¿Cómo fue esa peripecia?

-Desde el primer momento quise hacer Periodismo, pero hace 14 años en Asturias no había facultad. En aquel entonces venirse a Madrid era como marcharse a Nueva York. Todo era distinto. Empecé Historia, pero un profesor me ayudó a introducirme en una radio del Ayuntamiento porque yo insistía en el periodismo. Empecé por ahí. Al final me vine a Madrid, trabajé con Luis del Olmo y todo se complicó. Sólo terminé mis estudios de Historia pero mi inquietud pasaba por el periodismo, que es un día a día más que una formación al uso.

-Resaltan de usted la campechanía y la simpatía...

-Yo soy campechana, aunque a veces también tengo muy mala leche.

-Y el atractivo físico ayuda...

-Más quisiera. Yo no me gusto nada físicamente en la televisión. Me he encontrado defectos que nunca pensé que tenía. Cuando me veo me siento menos guapa de lo que creía.