Irina Bokova. / Afp
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La primera mujer que dirigirá la UNESCO es una diplomática búlgara

Irina Bokova, que ha sido nombrada hoy en París, tiene 57 años y nació en una conocida familia de dirigentes comunistas en su país

PARÍS Actualizado: Guardar
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La próxima directora general de la UNESCO, Irina Bokova, cuyo nombramiento ha sido en París, es la la actual embajadora de Bulgaria en Francia y ante esta agencia de las Naciones Unidas. Tiene 57 años y nació en una conocida familia de dirigentes comunistas en su país.

Su designación, alcanzada en septiembre en el Consejo Ejecutivo, ha sido ratificada en una votación de los 193 Estados miembros de la UNESCO durante la Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Desde la creación de la UNESCO, en 1945, el candidato propuesto por el Consejo Ejecutivo nunca fue rechazado por los ministros, jefes de Estado y diplomáticos, que se reúnen cada dos años en la sede de la organización en la capital francesa.

Bokova ha resultado elegida en la quinta y última vuelta de un disputado sufragio dentro del Consejo Ejecutivo, donde empató a 29 votos con el ministro egipcio de Cultura, Faruk Hosni, que partía como favorito. Será, asimismo, la primera persona procedente de un país de Europa del Este que asuma la dirección de esta agencia de las Naciones Unidas, cuya Constitución encomienda desde su primer capítulo el deber de impulsar la paz "en la mente de los hombres", pues es en ella donde surgen las guerras.

La nueva directora general ha declarado, nada más conocerse su ratificación, que su "sueño" es el de "mantener en la UNESCO una sinergia perfecta entre la dirección general y los Estados miembros, para caminar juntos hacia sociedades más justas y más prósperas, basadas en el conocimiento, la tolerancia y la igualdad de oportunidades". Y ello, ha señalado, "gracias a la educación, la ciencia, la cultura y el acceso a la información. Mi concepto de un nuevo humanismo para el siglo XXI guiará todas mis actividades".

Carrera diplomática

Diplomática de carrera, Irina Bokova, cuya familia en la época socialista fue estrecha aliada de la desaparecida Unión Soviética, estudió en su país y se graduó en el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú. Estudió, asimismo, en la Universidad de Maryland (EEUU) y en 1997, durante la mayor crisis institucional y económica que sufrió Bulgaria, tras la caída del comunismo, fue durante un año ministra de Asuntos Exteriores, después de haber sido viceministra desde 1995.

La sucesora del todavía director general de la UNESCO, el diplomático japonés Koichiro Matsuura, fue nombrada embajadora en Francia y ante esta organización en 2005, cuando el primer ministro de Bulgaria era el último rey Siméon de Sajonia-Coburgo. Su carrera diplomática comenzó en 1977, cuando ingresó en el Ministerio de Exteriores de Bulgaria, donde trabajó en su departamento de Naciones Unidas y Desarme, y entre 1982 y 1984 fue secretaria de la legación de Bulgaria en la sede central de la ONU en Nueva York.

En 1990, tras la caída del comunismo, Bokova fue elegida diputada por el partido socialista y se presentó como candidata en 1996, sin éxito, para el cargo de vicepresidenta del país. Habla inglés, francés, ruso y español, está divorciada y tiene dos hijos de sendos matrimonios.

Su padre, Gueorgui Bokov (1920-1989), dirigió de 1958 a 1976 el periódico oficial del Partido Comunista Búlgaro, Rabotnitchesco Delo, (Obra de trabajadores, en español), y luego la agencia de noticias Sofia Presse, y fue uno de los más estrechos colaboradores del dictador comunista Todor Zhivkov. Su hermano es Filip Bokov, actual embajador de su país en Eslovenia y ex jefe de gabinete del anterior primer ministro, el socialista Sergei Stanishev, quien resultó derrotado en las últimas elecciones generales celebradas en su país.