Los autónomos critican el lento desarrollo del Estatuto en su segundo aniversario

El 12 de octubre de 2007, los emprendedores vislumbraban un panorama laboral a dos años muy distinto del real. Creían que el Estatuto del Trabajo Autónomo iba a impulsar la ocupación por cuenta propia y mejorar significativamente las condiciones de vida del colectivo. Y todo ello con rapidez. Pero la norma con los derechos y deberes de más de tres millones de autónomos no ha sido la panacea de todos los males. Su desarrollo es lento, no ha cubierto las expectativas levantadas y la crisis ha destruido en un año 180.000 negocios, cuyos dueños se han visto obligados a darse de baja en la Seguridad Social. Es decir, el Estatuto cumple dos años cuando los autónomos viven la peor situación laboral de su historia.

La denuncia de estos hechos corre a cargo de las organizaciones profesionales ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos) y UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos). El presidente de la primera, Lorenzo Amor, lamenta que existan 300.000 autónomos «en la más absoluta desprotección y totalmente desamparados» debido al retraso con el que el Gobierno ha iniciado la puesta en marcha de la prestación por cese involuntaria de la actividad, una especie de cobertura de desempleo para los emprendedores, actualmente en tramitación.

Para el secretario general de UPTA, Sebastián Reyna, es imprescindible y urgente que la prestación entre en vigor cuanto antes y reclama el compromiso del presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, para «seguir avanzando sin pausa» y poner en marcha definitivamente el contenido del Estatuto.