Weisz dice que soñaba trabajar con Amenábar. /L.V.
RACHEL WEISZ Actriz de 'Ágora'

«Me preguntaba por qué Hipatia no tiene sexualidad»

Familiarizada con el Antiguo Egipto tras 'La Momia', Weisz se convierte ahora en la heroína de la última película de Amenábar

MADRID Actualizado: Guardar
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Ágora es una película española, pero su estrella pertenece a Hollywood. Lo deja bien claro la publicista americana de Rachel Weisz, que vigila con celo prusiano a su protegida y vuelve locos a la división española de Fox con sus exigencias y cambios de agenda. Es el circo que rodea a los ganadores del Oscar, que la protagonista de El jardinero fiel recogió embarazada de siete meses: «Puedo decir que mi hijo también lo ganó. Estuvo allí acompañándome en todo momento». Weisz ya estaba familiarizada con el Antiguo Egipto gracias a La momia. De ser la chica del héroe ha pasado a ser la heroína en Ágora. Hija de una psicoanalista austríaca y un inventor húngaro, la actriz nació en Londres hace 39 años y estudió Lengua en Cambridge. Sus ojos verdes enmarcados en una tez blanquísima resultan fascinantes.

-¿Le costó viajar a la Alejandría romana?

-No tuve que imaginármela, porque Alejandro la construyó, los decorados dejaban poco sitio para la imaginación. Sólo se usaron efectos digitales en los planos aéreos, los actores podíamos tocar las paredes de piedra.

-Amenábar dice que su licenciatura ayudó a que entendiera el papel.

-¿Qué tiene que ver que una actriz tenga una carrera universitaria? Estudié en un buen college, de acuerdo, pero un actor no es un intelectual, casi siempre es puro instinto. Quizá Alejandro lo ha dicho porque piensa que los actores sólo leen guiones. Claro que hay algunos que ni eso...

-Hipatia se adelantó a su época en muchos aspectos.

-La educó su padre, director de la Biblioteca de Alejandría, en la creencia de que le sucedería. Conocemos la correspondecia que mantenía con sus alumnos, sentían una profunda devoción por ella, muchos estaban enamorados. El reto era lograr que un ser tan excepcional fuera de carne y hueso, más en una película de época, donde casi siempre los actores se muestran estirados. Tuve que entender los conceptos científicos para que resultaran creíbles en su boca.

-¿Conocía el cine de Amenábar?

-Era uno de los directores con los que soñaba trabajar. Tesis no la he visto porque da mucho miedo, pero Mar adentro es una de mis películas favoritas.

-¿Es tan sereno en el plató como aparenta?

-Es un líder amable, tiene las cosas clarísimas. Algunos directores son muy controladores, te tratan como una marioneta. Alejandro te escucha pero no es fácil influirle. Yo le preguntaba por qué Hipatia no tiene sexualidad, hasta que entendí que estaba tan comprometida con su trabajo que no podía. Yo no amo mi trabajo hasta el punto de excluir a mi marido (el director Darren Aronofsky) y a mi hijo.

-¿Y daría su vida por una idea?

-Hipatia renunció a ser bautizada en la fe cristiana, lo que era una forma de suicidarse. Yo no soy tan noble como ella. Por eso Hipatia es una heroína, porque murió por lo que creía.