Las autoridades francesas han entregado a España al presunto etarra Esteban Murillo Zubiri, detenido en octubre en Bidarrai (Francia). / Efe
lucha antiterrorista

Francia entrega a España al etarra Esteban Murillo Zubiri para ser juzgado por el asesinato de un policía

Miembro del 'comando Nafarroa', en 1982 participó en un atentado contra una tanqueta de la Policía, fue detenido en octubre de 2008 la localidad francesa de Bidarrai

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Las autoridades francesas han entregado a España al presunto etarra Esteban Murillo Zubiri, alias Esteban, que ha sido reclamado por la Audiencia Nacional para ser juzgado por el asesinato de un policía, según fuentes de la investigación, que han añadido que su entrega se ha efectuado desde la ciudad francesa de Toulouse.

Esteban Murillo, considerado miembro del 'comando Nafarroa', fue detenido en Bidarrai (Francia) en octubre de 2008. Este arresto fue fruto de una petición de extradición dirigida al ministerio de Justicia por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, según la cual el reclamado alojó a otros integrantes del comando en su domicilio en Pamplona, con conocimiento de los atentados que éstos perpetraban y de los que planeaban cometer.

Murillo Zubiri participó en un atentado cometido en 1982 en la capital navarra contra una tanqueta de la Policía, en el que murió un agente y otros ocho resultaron heridos. El 17 de abril de 1982 los miembros del 'comando Nafarroa' de ETA, del que formaba parte junto a Mercedes Galdós, Juan José Legorburu y José María Zaldua, dispararon un lanzagranadas contra una tanqueta de la Policía Nacional, causando la muerte de uno de los agentes e hiriendo a otros ocho.

En el auto de procesamiento se le acusa de ocultar en un piso a Galdós, Legorburu y Zaldua, donde prepararon el atentado y, por tanto, se le considera colaborador necesario. Murillo huyó de su domicilio en 1986, a raíz de la caída de los miembros liberados (a sueldo) del 'comando Nafarroa' y fue detenido en el aeropuerto de Amsterdam en enero de 1999, procedente de México.

Holanda lo extraditó el 27 de julio de 2000 -fue el primer presunto etarra que entregaban las autoridades holandesas a España- para ser juzgado por su participación en el asesinato del policía Angel Postigo Mejías, en 1980, aunque tras la celebración del juicio resultó absuelto.