Un mercado para el siglo XXI

Todo está preparado ya para el inicio de las obras de construcción del nuevo mercado de abastos de Federico Mayo, un inmueble con un diseño funcional, adaptado a las nuevas necesidades y que reemplazará al actual, degradado y en un estado más propio de mediados del siglo pasado, que, de hecho, es cuando fue construido. El coordinador del Plan de Iniciativa Urbana (Plan Urban) en la Zona Sur, Francisco Gil, señalaba ayer a LA VOZ que los trabajos comenzarán dentro de dos semanas, con lo que los mismos, que tienen un plazo de ejecución de nueve meses, deberían estar totalmente acabados a principios del próximo verano de 2010.

Será entonces, una vez concluidas las obras, cuando se derribe el edificio que alberga el mercado actual –el nuevo se ubicará justo al lado– y se dé paso a otro proyecto, en este caso acometido directamente por la Delegación de Urbanismo y que servirá para reurbanizar y transformar todo el entorno de la plaza. El coste de estos últimos trabajos ascenderá a 300.000 euros.

El proyecto

Con una inversión de 700.000 euros, la construcción del nuevo mercado forma parte de los proyectos previstos en el mencionado Plan Urban. Ha sido largamente reivindicado por los propios comerciantes implicados, incluso por los vecinos de la zona, que llevaban años exigiendo al Ayuntamiento de Jerez una actuación urgente en este sentido porque, según decían, las instalaciones no reúnen las mínimas condiciones exigibles para la actividad para la que están concebidas.

El nuevo mercado de Federico Mayo se plantea como una sustitución integral del anterior con el objeto de mantener la actividad en condiciones acordes a las exigencias en cuanto a las normativas higiénico-sanitarias y constructivas actuales. Será una edificación de nueva planta, de algo más de 500 metros cuadrados, con una distribución similar a la del mercado actual, si bien se ampliarán los espacios de circulación, y se incluirían todos los servicios complementarios –aseos, vestuarios, instalaciones, etc–. Como sistema constructivo, se opta por una estructura de madera laminada, que permitirá crear un gran espacio diáfano, sin necesidad de disponer pilares intermedios, y que, por sus características, lo dotarán de un aspecto bastante acogedor al interior.

En cuanto a los puestos de venta, se mantiene el número actual. Estarán dotados de todo el equipamiento necesario para desarrollar en condiciones óptimas la actividad. Se construirán como cajas de acero con cerramiento de persianas de reja, que se insertan dentro de la edificación.

Francisco Gil asegura, de hecho, que «será el mercado más moderno de Jerez». Y anuncia que contará, además, y por primera vez en toda la ciudad, con un compactador de residuos alimentarios soterrado.

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