Exceso de cal y pesticidas

La calidad del agua que consumen buena parte de los habitantes de la ciudad de Chiclana cuenta con exceso de sulfitos y de cal. Esto se debe, según los expertos, a que durante años muchas de las parcelas donde hoy se asientan miles de casas sin licencia en el extrarradio del municipio han estado dedicadas a la agricultura.

Es por ello que los restos de pesticidas, abonos y componentes derivados de los productos utilizados en las viñas y resto de cultivos tienen una clara influencia en el subsuelo y los acuíferos del mismo.

Este extremo es conocido tanto por muchos vecinos como por los responsables municipales, que en los últimos meses han volcado su atención en la dotacón de infraestructuras de agua potable y alcantarillado a diversas zonas del municipio.

Los mayores problemas en la calidad del agua potable se concentran en zonas de núcleos residenciales irregulares, donde a veces la empresa pública que gestiona el servicio del agua y el medio ambiente, Chiclana Natural, ni siquiera llega.